Unos Quabrid Con Cinco Drivers
Kiwi Ears Quintet English Review
Valoración
Pros
- Afinación más luminosa y brillante con respecto a la nueva afinación META.
- Graves muy técnicos, con un gran comportamiento y con suficiente textura.
- Muy alta claridad, separación, transparencia y resolución en los medios.
- Agudos crujientes.
- Excelente separación y escena.
- Tamaño y ergonomía.
Contras
- La primera mitad de los medios puede ser algo delgada y magra.
- El estuche con cremallera es un poco estrecho para el tamaño de las cápsulas.
- No hay opción de clavija balanceada.
Enlace de Compra
https://kiwiears.com/products/kiwi-ears-quintet
Enlace a la WEB
Introducción
De nuevo, Kiwi Ears. Después de analizar varios modelos nuevos de la marca, me quedé con las ganas de probar uno de sus éxitos anteriores: los Kiwi Ears Quintet. Los Kiwi Ears Quintet son unos quabrid, ya que usan cuatro tipos de drivers diferentes. Se llaman Quintet porque en total son cinco drivers: 1DD + 2BA + 1 Planar + 1 PZT. Para el driver dinámico se usa un diafragma de 10 mm DLC (Diamond-likeCarbon). Los dos drivers BA son de Knowles y se encargan de los medios. El driver planar utiliza la nueva tecnología Micro Planar Transducer (MPT) y se encarga de reproducir los agudos. Por último, el driver piezoeléctrico se utiliza vía conducción ósea y se ocupa de reproducir los agudos más altos, el microdetalle y la zona de aire. Las cápsulas poseen una forma semicustom y han sido impresas en 3D. Para la cara externa, se ha usado una placa metálica. El interfaz es el clásico y apreciado conector de 2 pines y 0,78 mm. Por su respuesta de frecuencia, parece el predecesor del último modelo, el KE4, pero con una respuesta de frecuencia más clásica y luminosa en los medios superiores. Veamos en detalle este buen modelo del año pasado.
Especificaciones
- Tipo de Drivers: 1 conductor dinámico de carbono tipo diamante (DLC), 2 conductores de armadura equilibrada (BA), 1 conductor magnético planar y 1 conductor óseo piezoeléctrico (PZT)
- Respuesta de Frecuencia: 20Hz – 30kHz
- Sensibilidad: 108dB (1kHz/mW)
- Impedancia: 32Ω
- THD: <1% (1kHz)
- Potencia nominal: 5mW
- Potencia máxima: 10mW
- Conector Jack: SE 3.5mm
- Tipo de Conexión de la Cápsula: 2Pin 0.78mm
- Cable: cobre plateado sin oxígeno de alta calidad
- Longitud del cable: 1.2m
- Precio de salida: 219$
Presentación y Contenido
Los Quintet vienen en el habitual embalaje de Kiwi Ears, que mide 112x131x65mm. En la cara principal hay una foto realista de las cápsulas. El logotipo de la marca está arriba a la izquierda. A su derecha está el lema de la marca. Abajo, el modelo. En el dorso de la caja apenas hay información, más allá de las señas de la marca, mientras que las especificaciones están en un lateral. Todo el cartoncillo exterior es gris y el tono es en blanco y negro, y las letras son blancas. La caja interior es negra con el logotipo en plateado. Al levantar la tapa, se ven las cápsulas en un molde de espuma forrado con cartulina negra, con el logotipo blanco en la parte inferior derecha. Tras esta capa está el clásico estuche con cremallera. En su interior se encuentran el resto de accesorios. En resumen:
- Las dos cápsulas Kiwi Ears Quintet.
- Un cable de 4 hebras.
- Un juego de tips de silicona negra de canal estrecho, tamaños SxMxL.
- Un juego de tips de silicona negra de canal ancho, tamaños SxMxL.
- Un estuche negro con cremallera.
- Un manual de instrucciones.
Dos juegos de tips no están mal, pero para un precio de más de 200$, puede ser mejorable. El cable no está mal, pero sigo echando de menos un conector balanceado, o, al menos, la opción. Me gusta el estuche con cremallera.
Construcción y Diseño
Las cápsulas de los Quintet se han impreso en 3D con resina negra. Las placas externas son metálicas y grises. En ellas está inscrito el logotipo de la marca en la cápsula derecha y el nombre del modelo en la izquierda. La forma de la cápsula es semi custom, pero la cara externa es más triangular y alargada de lo habitual, con las esquinas bien redondeadas, pero sin esa forma de continente africano. El interfaz de conexión está totalmente ensamblado en el borde de la cápsula, casi a nivel. Existe un pequeño orificio junto a esta placa de conexión y hay otro más allá, en la curva. La cara interna es lisa y brillante, con una protuberancia en el borde y las boquillas bien proyectadas y elevadas. Tienen dos diámetros: el interior es de 5,55mm, mientras que la corona mide 6,4mm. La rejilla que protege el interior es negra y metálica.
El cable es el clásico de la marca. Posee cuatro hebras entrelazadas, cada una de color cobrizo oscuro. La funda de la clavija es un cilindro metálico liso y brillante. Tiene un aro rebajado en el lado del conector dorado SE de 3,5 mm, mientras que en el otro extremo tiene dos y un plástico transparente que protege la salida del cable. La pieza divisora es del mismo tipo, pero de la mitad de tamaño. El pasador es un disco metálico brillante con dos orificios en su interior que realiza un buen trabajo a la hora de ajustar los cables, ya que no es fácil de deslizar. Las fundas de los conectores de 2Pin de 0,78mm son cilindros lisos y brillantes con dos ranuras cerca de la salida de los cables. En la continuación de estas, su forma se vuelve ligeramente cónica. Los dos pines están montados sobre unas bases rectangulares de plástico negro. El cable tiene guías sobre oreja.
Cápsulas ultraligeras, diseño estilizado y simple. Es un buen cable, pero sigo echando de menos la opción de clavija balanceada.
Ajuste y Ergonomía
Las cápsulas de los Quintet son algo más estilizadas y tienen un diseño semi custom, pero su forma es más triangular y alargada, lo que parece mejorar la ergonomía. Las boquillas están más proyectadas y, si se unen a unas puntas adecuadas, el ajuste es superior, muy adecuado, duradero y oclusivo, lo que permite alcanzar un gran nivel de aislamiento. Tan solo la protuberancia del borde que sirve para anclar las cápsulas a nuestros oídos podría comprometer la comodidad. Sin embargo, su mayor delgadez y forma más estilizada favorecen el ajuste y la ergonomía, sin dejar opción al movimiento. Se trata de una forma muy adecuada para usar en el exterior durante horas, incluso para hacer deporte, gracias a su ajuste tan duradero y a su reducido peso.
Sonido
Perfil
Los Kiwi Ears Quintet poseen un perfil similar al del Harman Target 2019. Se trata de un perfil en U con medios superiores y primeros agudos marcados y llenos, pero sin llegar a ser brillante. Muestran un buen nivel de equilibrio, con una desviación de 10 dB desde 20 Hz hasta 8 kHz, sin picos significativos, lo que da una idea de su homogeneidad. Está enfocado en el subgrave y también en la primera franja de los agudos, generando un sonido limpio, vibrante, informativo y luminoso. Los Quintet se alejan de ese perfil más oscuro que supone una tendencia actual, como el de sus hermanos KE4, en el que se reduce significativamente el nivel de energía a partir de los 1000 Hz. Quizás no tengan los medios tan llenos como esos KE4, pero definitivamente poseen más luz, transparencia y brillo, con una cantidad de graves similar. En mi opinión, los Quintet son más neutros que los KE4, con menor calidez y un tono más habitual en todo el rango de frecuencias.
Graves
Cada vez me cuesta más decir algo diferente de los graves de los IEMS que analizo, tengo que reconocerlo. Los Quintet usan un driver dinámico con diafragma DLC (Diamond-likeCarbon) de 10mm. Este tipo de drivers se reconoce por su gran capacidad de respuesta, resistencia a la tracción y rápida velocidad de decaimiento. De esta forma, se consiguen unos graves ágiles, veloces, con poco poso, secos y ajustados. Su color no es demasiado oscuro ni profundo. Tiende a ser más limpio que completo y la cantidad de volumen no es muy extensa. No se trata de un grave que inunda la zona baja, sino que se enfoca más en el subgrave, aunque sin llegar a ser definitivamente muy notorio. Posee cierto nivel de textura y no se caracteriza por ser descaradamente liso o denso. Al no estar muy presente en el grave medio, su extensión, peso y cantidad no se perciben como muy elevados, y es muy permisivo con el resto de frecuencias. Goza de un buen nivel de impacto, pero no será recordado por su contundencia, presencia o energía. A pesar del aumento del subgrave, persiste el nivel de limpieza y habilidad.
En la prueba de tonos puros de muy baja frecuencia destaca un primer tono muy sensorial, apenas sonoro y con un excelente comportamiento físico, lo que implica una sensación de coloreo prácticamente nula. El carácter vibratorio es bajo y no influye demasiado, por lo que la reproducción es bastante natural, aunque le falta algo más de oscuridad, profundidad, densidad y volumen.
En la prueba de graves sucios, complejos y sin filtrar, se aprecia la limpieza y el enfoque en el subgrave. El grave nunca resulta denso y deja paso a las frecuencias superiores. Tampoco resulta invasivo ni predominante. Las líneas se muestran bien marcadas, pero muy orientadas al subgrave. Persiste una presencia que no es oscura ni demasiado profunda, pero que muestra una gran habilidad para seguir y reproducir los graves más sucios y complejos con una gran soltura y facilidad. La representación de las líneas de graves es nítida, algo delgada, muy bien delimitada, con un excelente nivel de resolución y precisión. Los bombos son muy concisos, pero poseen una buena sensación de textura que evita que sean demasiado secos o estériles. La velocidad y el bajísimo decaimiento son obvios. De esta forma, la estratificación, la generación de capas y la separación entre las líneas de graves sucias y los bombos resultan evidentes. Sin duda, se trata de una zona baja técnicamente muy buena, aunque algo más ajustada en presencia, volumen, energía y potencia.
Medios
La excelente limpieza de los graves del Quintet permite desplegar el rango central de forma clara y prominente. No hay intromisión ni sangrado en los agudos. La sensación de calidez es relativamente baja. Los medios no son netamente brillantes, sino que existe una notable sensación de equilibrio que genera una percepción de neutralidad en el tono y el timbre.
Empezando por las voces masculinas, su representación se queda a medio camino entre la delgadez y una sensación más física. La primera parte de los medios no es muy cálida, ni espesa, ni densa, ni física. Pero tampoco es completamente magra, de ahí esa sensación de neutralidad. Es cierto que me gusta que tenga más cuerpo en esta zona, pero el nivel de limpieza, nitidez y claridad está muy bien logrado y ofrece una sensación de aire, separación y espacio en los medios iniciales. La instrumentación de esta zona se percibe muy bien definida, con una parte física muy medida y ajustada, con una presencia a dos pasos del oyente, pero muy bien representada. Pero, quizás, lo más destacable de esta parte es el control y el timbre: todo está muy bien definido y perfilado, de modo que suena destacable, sin serlo en presencia, y, lo más importante, sin tener un perfil analítico en absoluto. De esta forma, la mejor forma de definir esta primera mitad de los medios sería usar la palabra «pureza». Sin duda, pienso que se trata de una pureza neutra, medida, limpia, concisa, armoniosa y bastante rica, que logra evitar sonar seca, austera o estéril.
En los medios superiores se mantiene esa sensación de neutralidad limpia, a pesar de su mayor excitación. Persiste una presencia física baja, pero con un nivel de brillo muy controlado. Es indudable que hay una cantidad de energía más elevada en esta segunda mitad, aunque sin predominio de los detalles sobre la base. Y este es otro de los puntos fuertes de los Quintet: cómo consigue un gran equilibrio a lo largo de todo el rango armónico. Aquí no existe una sensación de excitación forzada de los detalles, sino que forman parte del sonido de una forma más orgánica y natural, mucho más homogénea y cohesionada. De esta forma, se reafirma el nivel de neutralidad y pureza, y mejora la musicalidad, ya que las notas se proyectan desde su base hasta un extremo armónico muy bien extendido, siempre bajo un nivel de mesura energética suficientemente comedido para no sonar excitado, vívido o muy salpicado. Otra buena virtud es cómo suena transparente y luminoso, sin ser demasiado sibilante. De nuevo, queda totalmente expuesto el gran control sobre los drivers del rango y la gran afinación de los BA para sonar de una forma bastante natural y muy rica.
Agudos
Se podría decir que los agudos de los Quintet son crujientes, pero con mesura. No puedo negar un notable nivel de energía y brillo, pero bajo un paraguas que impide que resulte demasiado penetrante o sutil. Se trata de potencia bajo control. La primera parte de los agudos es muy explícita, luego existe una clara zona de control, muy bien calculada, que evita que la zona alta suene recortada o poco natural. Más adelante hay una recuperación rápida en la zona de aire, que justifica esa sonoridad más completa, naturalmente brillante y prudente. Sin duda, Kiwi Ears ha sabido potenciar las virtudes de cada driver utilizado para cada franja de frecuencias. Aquí, el driver micro planar (MPT) saca a relucir todo su potencial, generando una zona alta llena de energía, pero muy bien afinada y limitada en el punto justo de neutralidad, un poco más luminosa. Luego, el driver piezoeléctrico PZT se encarga de las frecuencias ultraagudas.
Escena, Separación
Los Kiwi Ears Quintet poseen una presentación de notas algo delgada. Desde los graves hasta los agudos, los elementos son finos, alejándose de una exposición densa o tupida. Esto genera una sensación de separación bastante notoria, con elementos concisos, muy bien definidos y con un gran nivel de resolución. No creo que se trate de un sonido puramente analítico, pero es indudable el nivel de precisión de todos los transductores empleados.
El sonido tiene una escena bastante redonda, con una impresión semiesférica en la que nada parece destacar (profundidad sobre anchura, aunque la altura es algo menor). La cierta sequedad del sonido hace que las notas se sientan apegadas a su desarrollo, algo que hace que su definición sea muy marcada, precisa, muy bien perfilada y se limite la sensación de volatilidad del conjunto. Así, la imagen de los elementos se muestra muy bien enfocada, con una nítida percepción de su procedencia.
El macro detalle es muy bueno, sin sonar apabullante ni forzado, sino bastante natural. El microdetalle no llega a ser excelente, quizás por la fácil y rápida percepción a nivel macro que puede obstruir o superponerse a los objetos nimios. No obstante, tanta separación y una definición tan bien definida ofrecen un fondo muy discernible que favorece el despliegue ventajoso de mucho detalle.
Comparaciones
Simgot SuperMix 4
Estaba claro que la competencia más directa de los Quintet son los Simgot SuperMix 4, otros quabrid pero más recientes. Ambos montan 1 DD + 1 BA + 1 Planar + 1 PZT, pero los Quintet tienen un BA más, y los Simgot cuestan 150$, por 219$ de los Kiwi. Ambos modelos son simples en cuanto a accesorios. Los Quintet tienen dos juegos de tips de silicona, frente a un solo juego de los Simgot. Prefiero el cable y el estuche de los Simgot, pese a que en los Quintet también están bien ambos complementos. Sin embargo, el cable de los SuperMix es más grueso, frente al cable más suave y manejable de los Quintet. El estuche ovalado, más grande y espacioso de los Simgot, también me parece superior.
La construcción de ambos modelos es similar: resina en el interior y metal en el exterior. Los Quintet parecen más estilizados y un poco menos gruesos. Los Simgot son algo más redondos y con la forma interior más marcada. Se nota un cambio en la ergonomía interior y en el ángulo de las boquillas, porque los Simgot parecen encajar algo más profundamente que los Quintet, que parecen flotar algo más. Por eso, el encaje parece algo más perfecto en los Simgot.
El perfil de ambos modelos es muy similar hasta los 1000 Hz. A partir de ahí, los Simgot presentan una elevación más pronunciada, mientras que los Quintet mantienen un nivel de energía superior en las frecuencias agudas iniciales. En ese mismo punto, los Simgot son más suaves y ofrecen unos agudos más sosegados y relajados, pero con muy buena extensión.
Ambos modelos generan una cantidad de presión sonora muy similar con la misma potencia. Pero los Quintet son ligeramente más fáciles de mover.
Como dije en mi reseña, los graves de los Simgot están arrinconados en el subgrave. No he comentado nada de eso sobre los Quintet. Queda claro que las sensaciones cambian con el tiempo, incluso en semanas. Es posible que mis comentarios sobre los graves de los SuperMix 4 pudieran parecer negativos. No era mi intención. Era como una sensación de frustración, como si los graves, tan capaces, se quedaran a las puertas de algo mejor para mi gusto. En cambio, con los Quintet he sido algo más positivo. Pero ahora, frente a frente, encuentro muchas similitudes entre ambos modelos. El nivel técnico de los graves es muy semejante, y la orientación al subgrave hace que sean muy limpios y con poco volumen. Echo de menos un poco más de oscuridad en ambos modelos. En la prueba de tonos puros de muy baja frecuencia, el parecido es tremendo; suenan igual. No obstante, yo diría que los graves de los Quintet tienen un poco más de textura, algo más de impacto, mientras que los Simgot poseen algo más de oscuridad y profundidad. Pero las diferencias son sutiles.
La primera mitad de los medios también se percibe de manera similar. La diferencia está en los armónicos y, quizás, en una mayor claridad y precisión en los Quintet. La sensación de oscuridad de los Simgot hace que su sonido sea más cohesionado, más compacto y algo más denso. Los Quintet son algo más volátiles y eso les proporciona algo más de proyección, generando algo más de espacio en la escena, así como un punto de mayor libertad.
La elevación más temprana de los medios superiores de los Simgot les ofrece un punto más de vivacidad y base en las voces femeninas. No obstante, los Quintet ofrecen una proyección más elevada, más luz, más claridad y un punto más de brillo. De esta forma, las notas suenan un poco más finas, pero más definidas y precisas. Por otro lado, los Simgot tienen un punto de calidez que aporta un sosiego y una musicalidad diferencial. Son dos gustos ligeramente diferentes.
Los Quintet poseen unos agudos más enérgicos, expresivos, finos y crujientes que harán las delicias de los Treble-Heads. Los Simgot, en cambio, son más suaves, con menos brillo, algo más gruesos y controlados, pero con muy buena extensión, definición y capacidad informativa.
Se percibe una mayor separación, resolución, transparencia y precisión en los Quintet. Eso les otorga una ventaja en cuanto al tamaño de la escena y al microdetalle. Los Simgot poseen un sonido algo más denso, un poco más cálido y cohesionado, menos volátil y un poco más seco. Quienes busquen un sonido más suave, menos afilado y algo más neutro, un poco más pesado, encontrarán ventaja en los SuperMix 4. Los que quieran un perfil un poco más analítico, expansivo, brillante, transparente y fino disfrutarán con los Quintet.
Conclusión
No cabe duda de que, con modelos como estos Quintet, la marca Kiwi Ears tiene muy complicado superarse a sí misma. Si bien es cierto que los Quintet son un modelo del año pasado y que los KE4 son recientes, el nivel que ofrecen en este rango de precios es muy alto para una marca tan relativamente nueva. Los Quintet son unos quabrid con cinco drivers fundamentados en unos graves orientados hacia el extremo inferior, muy limpios y técnicos. Los medios son de una transparencia excelente, muy bien separados, nítidos y claros. Existe una ligera excitación en los medios superiores, algo que se percibe más en los, una zona que será muy bienvenida por los Treble-Heads, gracias a su delicadeza, finura, capacidad informativa, energía, extensión y, cómo no, carácter crujiente.
Los Kiwi Ears Quintet se apoyan en unas cápsulas que se mantienen en la línea de sus grandes y anteriores creaciones, sin demasiadas sorpresas, con combinación de resina para el interior y metal para el exterior, con un diseño semi-custom, excelente ergonomía y bajo peso. El conjunto de accesorios es el habitual, quizás algo justo para su precio, pero totalmente adecuado, salvo por la ausencia de clavija balanceada.
Sin lugar a dudas, los Kiwi Ears Quintet son una alternativa más brillante y luminosa a la nueva tendencia META.
Fuentes Usadas Durante el Análisis
- iFi GO bar Kensei.
- Tempotec V3.
- Burson Audio Playmate 2.
- Aune X8 XVIII Magic DAC + EarMen ST-Amp.
Hola, tiempo sin leer tus revisiones.
Justo tiene unos meses que adquirí este modelo, el cual me llamó la atención por todos los comentarios que recibió acerca del nivel técnico que era capaz de ofrecer. Es como dices, su capacidad analítica es sumamente grande para el precio que tienen, sobre todo porque hubo un tiempo que costaron 122USD. Mejor, imposible.
Sin embargo, el tiempo avanza y los KE4 son una opción atractiva con la curva META, pero también modelos como los CKLVX D41 o los PULA 02 han sido bienvenidos gracias a su afinación. Sería interesante que trajeras alguno de estos modelos para hacerles su vs con los auriculares de Kiwi Ears… aunque también quedan pendientes los Orchestra Lite.
Por cierto, ¿no has pensado ponerle un cable de cobre OCC/OFC a los modelos para hacerles revisiones? Últimamente, la fiebre por los IEMs se me ha bajado, pero desde que me percaté que los cables también ofrecen ciertas bondades, he comprado algunos de varios rangos y precios. Justo uso los Quintet con un ivipQ165 y mi último éxtasis fueron unos Softears Studio 4 con cable ivipQ176.
Sigo leyendo tus opiniones, como siempre, excelentes.
Un saludo.
Hola.
Muchas gracias por leer mis reseñas y seguir siendo fiel al blog.
Los Kiwi Ears KE4 los analicé hace pocas semanas. Son muy buenos, pero creo que una afinación mezcla entre los Quintet y los KE4 sería mejor.
https://hiendportable.com/2024/10/27/kiwi-ears-ke4-review/
En cuanto a los cables soy bastante escéptico en ese sentido o no tengo el oído tan fino como para distinguir las diferencias.
Pero aquí te dejo una opinión de mi buen compañero Acho Reviews, en donde analiza la importancia de cada eslabón de la cadena musical. A grandes rasgos, estoy muy de acuerdo con él:
https://www.youtube.com/watch?v=nd1YMu5dVRs
Saludos.