BQEYZ No Se Congela
BQEYZ Frost English Review
Valoración
Pros
- Sonido neutro, musical, rico, ligeramente cálido, muy bien armonizado en las tres bandas.
- De nuevo, zona baja excelente, volumétrica, profunda y con pegada.
- Gran sensación lateral y estéreo.
- Diseño y construcción impecable.
- Ergonomía sobresaliente.
- Muy buen juego de accesorios, cable precioso.
- Excelente relación calidad/precio.
Contras
- Por decir algo, no es un monstruo del detalle, ni su escena es tridimensional o 360 grados.
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Introducción
Los BQEYZ Frost son los terceros IEMS de su serie Weather. En un principio, escribí que esta serie iba a estar formada por los modelos Wind, Cloud, Rain y Mist. Wind y Cloud ya han sido revisados por este humilde revisor. El tercero no es Rain, sino Frost, unos IEMS con un driver dinámico de 10 mm de cavidad dual, con diafragma compuesto de PU y PEEK, más un transductor microplanar personalizado que mejora el rendimiento de las frecuencias medias y altas. Su afinación es equilibrada y detallada. Como suele ser habitual, BQEYZ diseña piezas preciosas. Para esta ocasión, el diseño de la placa exterior es nuevo y está fabricado en vidrio de cristal de alta transparencia ligeramente curvado. Su base es de color azul hielo con un patrón de textura escarchada que hace honor a su nombre. El cuerpo de la cápsula está fabricado con una aleación de aluminio mediante CNC de 5 ejes de alta precisión. El aluminio ha sido anodizado para crear una película de óxido en su superficie mediante electrólisis, lo que la hace resistente a la corrosión y al uso continuado. El cable tiene una construcción coaxial mixta de hilos chapados en plata y cobre monocristalino. Los hilos de cobre monocristalino usados son de 0.04mm y forman una hebra de 32 hilos. Los hilos de cobre libre de oxígeno son de 0.05mm y forman una hebra de 20 hilos para el eje interior, mientras que los hilos chapados en plata de 0.06mm se usan como una malla de 38 hilos para recrear el anillo exterior. Por último, la funda exterior mide 2.3mm. El interfaz de las cápsulas es el clásico y seguro 2Pin de 0.78mm, con clavijas de 3.5mm SE o BAL de 4.4mm. Veamos todo lo que puede aportar este nuevo modelo de BQEYZ de la serie Weather en la presente reseña.
Especificaciones
- Tipo de Drivers: transductor dinámico de 10mm de cavidad dual con diafragma compuesto de PU y PEEK + transductor microplanar personalizado.
- Respuesta de Frecuencia: 5Hz-40kHz.
- Sensibilidad: 113dB.
- Impedancia: 32Ω.
- Conector Jack: A elegir entre SE 3.5mm y BAL 4.4mm.
- Longitud del cable: 1.2m.
- Tipo de Conexión de la Cápsula: 2Pin 0.78mm.
- Precio de salida: 179$.
Presentación y Contenido
Los BQEYZ Frost vienen en una caja blanca de dimensiones 159x120x48mm. En la cara principal se puede ver una cápsula real en todo su esplendor, situada en la parte derecha. A su izquierda se puede leer el nombre del modelo y una descripción del mismo. La marca está en la esquina superior izquierda. En la cara trasera están las especificaciones del modelo en tres idiomas y las señas de la marca, todo ello en letras negras. Al retirar el cartoncillo externo, aparece una caja negra con la marca inscrita en el centro. Se abre como un libro y se puede observar una cartulina negra con un óvalo en la parte superior que deja ver las cápsulas insertadas en un molde grueso de espuma negra. Debajo se encuentran el nombre del modelo y su descripción. Debajo de la cartulina está el molde y, debajo de este, el clásico estuche con cremallera negro con la marca en el centro. En su interior se encuentran el resto de accesorios, incluido el cable y el blíster metálico con las puntas de silicona en dos modelos. En resumen, el contenido completo es el siguiente:
- Las dos cápsulas BQEYZ Frost.
- Un cable azul de 2Pin 0.78mm y clavija SE de 3.5mm.
- Un blíster metálico que contiene las puntas de silicona.
- Tres pares de puntas Atmosphere de silicona gris, tamaños SxMxL.
- Tres pares de puntas Reference de silicona blanca, tamaños SxMxL.
- Un par de puntas de espuma tamaño mediano.
- Un cepillo de limpieza.
- Un manual del usuario.
- Un certificado de garantía.
El contenido es el clásico de la marca, pero de mucha calidad, sin artificios, elegante y muy adecuado. A destacar el precioso cable (lástima no haber elegido la versión con clavija BAL de 4.4mm), el blíster contenedor de las tiras de silicona y el estuche con cremallera, en símil piel negra y lo suficientemente amplio para que quepa el modelo completo sin sacrificio alguno.
Construcción y Diseño
Para esta ocasión, las cápsulas de los BQEYZ Frost tienen una forma más convencional. Se trata de una cápsula gris plateada ovalada desigual, en la que se pueden intuir tres vértices muy redondeados. Es relativamente gruesa y lisa en su cara interna. La cara externa está formada por un vidrio de alta transparencia ligeramente curvado. La base interior azul oscura tiene el clásico patrón de escarcha. En la cara externa de la cápsula derecha se puede leer el nombre de la marca y, en la izquierda, el modelo, en letras con la misma tinta que el patrón escarchado. En el borde está el interfaz de 2Pin 0.78mm, ligeramente hundido en un orificio rectangular mecanizado en el mismo metal. Junto a él hay un topo con una letra blanca que indica el canal y, a continuación, una ranura ovalada. La cara interna es lisa y redondeada en sus bordes. Se podría decir que hay un óvalo mecanizado en una esquina que tiene un orificio circular en su centro. Como digo, la cara interna es lisa hasta las boquillas, momento en el que surge una pequeña elevación inclinada. Sobre ella están las boquillas, construidas en metal pulido, a diferencia del cuerpo texturizado y anodizado de las cápsulas. Dichas boquillas poseen tres fases, la base cónica, el cilindro central de diámetro 5.1mm y la corona exterior de diámetro 5.8mm. La longitud aproximada es de 5.3mm y el interior está protegido por una espesa rejilla metálica. Por último, cabe destacar que en la base de las boquillas hay otro orificio.
El cable está compuesto por dos hebras enrolladas protegidas por una funda de 2.3mm de color azul brillante. Se trata de un cable coaxial mixto chapado en plata y cobre monocristalino. Los hilos de cobre monocristalino utilizados son de 0.04mm y forman una hebra de 32 hilos. Los hilos de cobre libre de oxígeno son de 0.05mm y forman una hebra de 20 hilos para el eje interior, mientras que los hilos chapados en plata de 0.06mm se usan como una malla de 38 hilos para recrear el anillo exterior. La funda de la clavija SE de 3.5mm chapada en oro es un simple cilindro liso con la salida del cable redondeada y con una funda protectora de plástico traslúcido. Se puede leer el nombre de la marca grabado en blanco longitudinalmente. La pieza divisora es otro cilindro de iguales características, pero más corto, que también tiene la marca grabada. El pasador es un aro metálico con un orificio en su interior algo grande para su uso. La funda de los conectores de 2 pines de 0.78mm es otro cilindro metálico liso con una ranura cerca de la salida del cable redondeada. El conector de 2 pines chapado en oro está montado sobre una pieza rectangular de plástico duro semitransparente. El cable tiene guías en la oreja.
Es indudable el poder de diseño de BQEYZ, capaz de crear piezas únicas muy elegantes, preciosas y vistosas. Los Frost son preciosos y su sencillo patrón escarchado supera con creces su simplicidad para volverse atractivo. Las cápsulas metálicas brillantes y su textura sutilmente rugosa poseen el acabado perfecto para la cara externa de color azul oscuro. El cable no podía ser menos, con una funda gruesa azul brillante y partes metálicas con un acabado liso, pulido y brillante de color plateado. Es una lástima que no haya escogido la clavija balanceada de 4.4mm. Por último, cabe destacar que el cable viene con una tira de velcro negro para recogerlo y que las cápsulas traen sendas láminas transparentes para proteger su cara exterior.
Ajuste y Ergonomía
A veces, el hecho de que las cápsulas tengan una cara interna lisa puede ser una bendición. Las protuberancias deben estar muy bien calculadas para formar un ancla segura, pero pueden llegar a ser molestas. Los Frost no tienen esta protuberancia y son ligeramente más cortos. Con una forma muy redondeada y rechoncha, encajan muy bien y de forma uniforme en mi pabellón auditivo. El diseño tiene unas dimensiones que encajan perfectamente, descansando completamente dentro del pabellón, sin posibilidad de rotación ni de movimiento. Pese a ser ligeramente gruesos, se integran muy bien y apenas sobresalen. El cable sobre la oreja no molesta y rodea las orejas de forma eficiente.
La inclinación de las boquillas es muy acertada y la inserción puede llegar a ser media. Aunque, en mi caso, como suele ser habitual, uso mis puntas grandes rellenas de espuma de forma casera. Con ellas consigo el ajuste perfecto, la transmisión eficiente de las ondas sonoras y un alto nivel de aislamiento. Sobresaliente.
Sonido
Perfil
No puedo negar que BQEYZ suele buscar un punto intermedio entre sus modelos anteriores. En esta ocasión, el perfil de los Frost es muy parecido al de los Winter, como se puede ver, también hay algo de frío implícito en los nombres. Se trata de una afinación suave que busca ese perfil en W neutro, con un mayor realce en los medios superiores y agudos extendidos, tras una ligera zona de control. El perfil está muy equilibrado y es muy homogéneo, ya que se mueve en una franja inferior a 10dB entre los 20Hz y los 12kHz. Esto indica la neutralidad del perfil.
Graves
BQEYZ suele hacer drivers dinámicos con graves muy ajustados, precisos, concisos, técnicos y veloces. Los Frost son claramente de ese estilo. De nuevo, no es muy pronunciado en el subgrave, sino que se centra ligeramente en el medio-grave, aunque es levemente redondeado hacia el rango central, con una energía por debajo del resto de frecuencias. Sin embargo, se percibe con facilidad el peso y el volumen de los graves. No es un modelo dedicado a los Bass-Heads, pero tiene un rango bajo muy bueno, por encima de la neutralidad, muy disfrutable.
En la prueba de tonos puros de muy baja frecuencia se observa un primer tono de 20 Hz ligeramente oscilatorio, pero con muy poca sonoridad. Sin embargo, su nivel físico es evidente, se siente el poder sensorial de la nota y su profundidad. El tono de 25 Hz me deja algo frío en su reproducción, pero el de 30 Hz se acerca al nivel de BQEYZ que me tiene acostumbrado en este tipo de pruebas: un tono bastante puro, compacto, sutilmente coloreado, lleno de fuerza física, sonoridad natural y realista, con muy buen equilibrio, sin carácter ondulante sonoro y con mucho volumen. Incluso se puede notar que la textura está ahí para añadir más realismo a la nota. La traslación a la música real coincide con lo explicado al principio del párrafo: los bombos son secos, de rápida ejecución y recuperación, sin poso, levemente gomosos y elásticos, lo que añade la justa naturalidad y disfrute a los graves, además de ensalzar el volumen y la profundidad.
En la prueba de graves sucios, difíciles de manejar y sin filtrar, los Frost se sienten como pez en el agua, dando una lección de profundidad, volumen, realismo y ajuste en la reproducción de líneas de graves complejas. Es cierto que su buen hacer dulcifica ligeramente las peores condiciones, convirtiéndolas incluso en agradables. Pero lo hace de forma natural, sin color y manteniendo la fidelidad al original. El resultado es una recreación hábil, rápida, voluminosa, profunda, poderosa y técnicamente precisa, capaz de reproducir todas las líneas de graves y de estratificar las capas sin mezclarlas.
No es un grave neutro, no es cualquier cosa: los Frost dan más de sí en graves de lo que la respuesta de frecuencia pueda indicar, sobre todo en términos de volumen, energía y profundidad. Pero también son muy buenos técnicamente y capaces de separar líneas de graves y múltiples capas. Son muy disfrutables para un bass lover como yo. Y todo ello, siendo muy respetuoso con el resto de frecuencias.
Medios
La primera mitad es bastante neutra. Hay una ligera calidez que se compagina con la luminosidad, la transparencia y la claridad de todo el registro. De nuevo, observo un equilibrio promedio entre el cuerpo, la parte física, la presencia y el grosor de las notas. La fisicidad no es muy elevada, pero existe. La presencia no es predominante, pero las voces masculinas se sienten en todo su esplendor desde el principio hasta el fin, sin destacar en la mezcla por encima de lo demás. Y el grosor de las notas es relativamente delicado, pero tenso y fuerte cuando es necesario. De esta forma, los medios no se muestran densos o pesados, sino extensos, equilibrados, libres y expansivos.
Los Frost también mantienen un buen equilibrio entre la primera y la segunda mitad de los medios. Es cierto que los medios superiores están más adelantados, pero no lo suficiente como para dejar atrás a la primera parte. Así, las voces femeninas son más protagonistas, pero sin perder su neutralidad frente a las masculinas. El resultado es un rango medio muy completo, en el que nada destaca en exceso ni queda relegado. Existe un buen equilibrio entre el detalle, los matices, el cuerpo, la base y los armónicos, de forma que el conjunto persiste en la idea de neutralidad y de un timbre centrado, que no tiende hacia ningún sitio, sino que se muestra más natural y realista.
El brillo es relajado, pero la mezcla es transparente, los medios son amplios y los detalles se perciben vívidos, nítidos y bien separados. La amplia escena permite que el rango central se sienta muy explícito, rico, delicado, suave y musical, pese a la gran cantidad de información que ofrece al oyente. Esta característica hace que no suenen íntimos y se distingan muy bien los planos, así como la recreación estéreo, que pone mucho énfasis en la capacidad para desglosar los canales de forma independiente, pero genera las voces en el centro, a una distancia comedida del oyente, cuando la grabación así lo propone. En este aspecto, las voces se sienten casi táctiles, con una instrumentación que las envuelve entre los canales, consiguiendo una sensación inmersiva muy rica y agradable, en la que todo parece al alcance de la mano.
Agudos
Los agudos de los Frost se perciben más suaves, manteniendo el equilibrio neutro del resto de las bandas. Empiezan con una zona de control (ligero roll-off) que hace que el nivel de energía quede ligeramente mitigado. De esta forma, se consigue que los agudos no sean muy punzantes. Sin embargo, siento que hay algo en el driver microplanar que corrige la sonoridad de los agudos y realiza una mezcla más homogénea y extensa de lo que se muestra en la gráfica. De esta forma, los agudos no destacan sobre el conjunto, pero sí se muestran de manera bastante completa y, sobre todo, eficaz y extensa en la música. De esta forma, su timbre se muestra real y el suavizado inicial no parece afectar a su sonoridad ni al grosor; las notas se sienten finas aunque su nivel de energía no sea demasiado elevado. Pienso que BQEYZ ha usado el driver micro-planar en su justa medida para recrear una zona alta con las virtudes de dicho driver, pero neutralizando el nivel de energía que podía llegar a ser excesivo en ocasiones. Así es como consigue un rango superior rico, suave, neutro y equilibrado con el resto de las franjas.
Escena, Separación
Uno de los puntos fuertes del Frost es su especial habilidad para distinguir, aislar y, posteriormente, mezclar los canales. Estos IEM muestran una gran habilidad a la hora de recrear la imagen instrumental, ya que son capaces de discernir su procedencia y el lado en el que se ejecutan los instrumentos. También saben mezclarlos para que todo suene conjuntado y equilibrado. La escena es amplia, con buena cantidad de volumen, capacidad expansiva, gran lateralidad y altura evidente. Pero no se muestran volátiles ni gaseosos, sino más apegados al escenario. En ese sentido, su escena es más frontal, sin llegar a ser demasiado envolvente o esférica, sino más realista.
Hay un buen nivel de separación y una muy buena sensación de volumen, profundidad, transparencia y claridad. Pero no se trata de unos IEMS analíticos cuya distancia entre notas sea excesivamente amplia. Pienso que es más realista y comedido en este aspecto. Es capaz de mostrar el micro detalle, pero no de forma muy obvia ni separada. Se siente como algo más analógico, sin que resulte confuso. Se aprecia el micro detalle, pero no de forma explícita, sino de manera más natural y comedida. Pero la forma de recrear la música, las notas, los instrumentos y las voces es más rica de lo esperado y denota una gran habilidad en este sentido, mostrando muchos detalles y matices de forma muy natural en la escena. De esta forma, su carácter informativo es elevado, pero realista y muy agradable.
Comparaciones
BQEYZ Winter
En esta ocasión, el peor enemigo de los nuevos BQEYZ Frost está en casa. Se trata de los Winter, unos IEMS con un transductor dinámico de doble cavidad de 12mm, diafragma PAR, más otro transductor de conducción ósea PZT de 11.6mm. En los Winter, el driver dinámico es más grande, 12mm frente a los 10mm de los Frost. El transductor de conducción ósea se ha sustituido por un transductor microplanar personalizado. Los nuevos Frost son más pequeños y tienen una cara externa formada por un vidrio de alta transparencia ligeramente curvado. Los Winter son completamente metálicos, más gruesos y con una protuberancia en el borde interior de la cápsula. Este perfil puede ser crítico en el ajuste para algunas morfologías y prefiero la superficie lisa de los Frost, así como su menor tamaño y grosor. El diseño es bonito en ambos modelos, por lo que es muy difícil decantarse por uno u otro. El cable no es tan llamativo como el de los Frost, pero el cable gris de cuatro hebras de los Winter es algo más suave y manejable. El resto de los accesorios son iguales.
El perfil de ambos IEMS es muy parecido y creo que las diferencias que se aprecian en la comparativa de las gráficas podrían ser incluso despreciables. Sin embargo, los nuevos Frost son más fáciles de manejar y suenan más fuerte con la misma potencia.
Para la comparación he usado las mismas tips rellenas de foam de forma casera. Las diferencias en el ajuste podrían generar también diferencias auditivas.
Comenté que los graves de los Winter eran muy buenos. ¿Cómo son los de los Frost? Pues diría que tan buenos o mejores, al menos, para mi gusto personal. Parece que los Winter son algo más sensoriales en las frecuencias más bajas, pero los Frost tienen algo más de potencia, pegada, volumen e incluso más textura. El grave de los Winter es algo más relajado, con menos energía, con una sonoridad con algo más de color, no tan oscura, pero también es más seco, más técnico, con algo más de velocidad, menos poso y un decaimiento más rápido. Los Frost son más divertidos y también más densos, dan la sensación de mover más cantidad de aire, generando más presión auditiva.
La mayor sensación de presión de los graves de los Frost hace que los Winter suenen algo más libres y despejados. Para algunos, el peso de los graves puede ser un plus en los Frost, pero también puede suponer un detrimento para aquellos que buscan un perfil más neutro.
Los medios superiores de los Winter son más salpicados y evidentes, mientras que los Frost son un poco más apagados. Podría parecer que los Winter deberían tener más detalle, pero el driver microplanar de los Frost se nota en la definición, ganando por un poco, pese a que su sonido sea más oscuro. Esto se nota en la primera mitad de los medios, donde los Winter parecen más delgados, pero también más limpios, transparentes y luminosos. Por el contrario, los Frost tienen más cuerpo, fisicidad, son más plenos y densos, pero mantienen ese nivel relativamente más oscuro. Quien quiera más claridad optará por los Winter; yo me inclino por esa sensación más completa, algo más gruesa y dulce en la base de los Frost. No cabe duda de que esto afecta al timbre de ambos IEMS, con ese cambio de tendencia más cálida para los Frost y algo más neutra/brillante para los Winter.
Los agudos están afinados de forma muy parecida, la diferencia está en la sonoridad y timbre de su ejecución. Los Frost parecen algo más brillantes y finos, algo más punzantes, mientras que los Winter se rigen por esa característica más redondeada que les confiere su driver PZT.
La escena de los Frost tiene más volumen y, al ser más salpicados, los Winter resultan más cercanos, con una presentación más frontal. Los Frost destacan por su lateralidad, que hace que la escena sea más amplia y casi rodee la cabeza, aunque no de forma holográfica.
Conclusión
BQEYZ sigue mejorando y nos ofrece un nuevo y precioso modelo que busca refinar su concepto de respuesta de frecuencia neutra con un toque cálido. Los BQEYZ Frost son unos IEMS híbridos de la serie Weather que combinan un dinámico driver de 10mm de cavidad dual con diafragma compuesto de PU y PEEK más un transductor microplanar personalizado. Con un diseño y una construcción sobresalientes, los Frost son unos IEMS medianos con muy buena ergonomía y un perfil neutro de ligera tendencia cálida y muy bien equilibrado. Es suave y expresivo en la zona alta, sutilmente oscuro, profundo, denso, físico y con volumen en la zona baja, mientras que en los medios se nota la calidez, la riqueza y la musicalidad informativa del conjunto. Además, los Frost destacan por su gran sensación de apertura lateral, que genera una gran escena envolvente para los oídos. Todo ello sin olvidar la destreza para mostrar el detalle y los matices. Un nuevo acierto de la marca.
Fuentes Usadas Durante el Análisis
- iFi GO bar Kensei.
- EPZ TP50.
- Tempotec V3.
- Burson Audio Playmate 2.
- Aune X8 XVIII Magic DAC + EarMen ST-Amp.