Un Comienzo Prometedor
Kefine Klanar English Review
Valoración
Pros
- Gran afinación que oscila entre la V y la W.
- Clara búsqueda de un sonido más suave en agudos, con graves potentes, aunque menos fatigante.
- Notable nivel de construcción, con un diseño simplista, pero eficaz que le otorga una gran ergonomía y ajuste.
- Buen estuche con cremallera.
- Cable muy apropiado, grueso, ligero, suave y flexible, no es necesario cambiarlo.
- Excelente relación calidad/precio.
Contras
- La primera parte de los medios es algo delgada.
- La suavidad de los agudos puede penalizar el timbre general.
- Los graves tienen un sutil coloreo que los hace menos profundos y sensoriales.
- Caja relativamente grande para el contenido.
- Tips de silicona demasiado corrientes.
Enlace de Compra
https://es.aliexpress.com/item/1005006098897109.html
Enlace a la WEB
Introducción
Kefine es una una marca de auriculares procedente de Dongguan (China) que ha sido “Fundada por un equipo apasionado por la música. Kefine quiere ofrecer auriculares refinados y productos de audio portátiles para los amantes de la música a un precio asequible y con la mejor relación calidad-precio. El nombre de la marca Kefine proviene de la combinación del nombre del fundador Ke y la palabra «Refine»”. En palabras de su propio fundador: “La nueva marca quiere ofrecer productos de audio refinados para los amantes de la música con un precio más asequible y la mejor relación calidad-precio.” Y su primer modelo es el Klanar, unos IEMS con un driver planar magnético de 14.5mm. Han buscado unos graves potentes, gracias a su diafragma compuesto de PET, su imán N55 y la construcción personalizada del transductor. Pero también unos medios cálidos, ricos, limpios y detallados. Sin embargo, uno de los puntos críticos de los IEMS planares es la zona de los agudos. Kefine ha buscado deliberadamente suavizar la banda alta para que sea suave y nunca áspera, para conseguir una larga escucha sin fatiga. Los Klanar poseen una alta sensibilidad y una baja impedancia, por eso son fáciles de manejar. Como no podía ser de otra forma, los Klanar han sido fabricados mediante CNC a partir de una sola pieza de aleación de aluminio. Para que el tamaño de la carcasa del auricular sea lo más pequeño posible, la pared más fina de la carcasa es de sólo 0,2 mm de Klanar, lo que garantiza la comodidad de uso. El diseño de la carcasa también es ergonómico y se adapta muy bien a los oídos de distintas personas. Las cápsulas poseen un acabado mate con anodizado negro, mientras que la cara externa tiene un acabado negro brillante con el logotipo en blanco. Por último, el cable está formado por cuatro hebras combinadas de dos en dos. Las hebras marrones está compuesta por hilos litz OFC y las negras por hilos litz de cobre chapado en plata. La intención de este cable es ayudar a crear un sonido cálido con agudos suaves al mismo tiempo, además de natural y de gran claridad. Sin duda, Kefine ha puesto mucho de su parte para que este primer modelo tengo una relación calidad/precio excelente, poniendo mucho énfasis en las opiniones de los aficionados sobre los modelos de IEMS planares existentes en el mercado. Veamos cómo se traduce dicho esfuerzo a la realidad, bajo mi humilde opinión.
Especificaciones
- Tipo de Drivers: Planar magnético de 14.5mm de diámetro con diafragma compuesto de PET e iman N55.
- Respuesta de Frecuencia: 20Hz – 40 kHz.
- Sensibilidad: 105 dB ± 3 dB.
- Impedancia: 16Ω ± 15%.
- Longitud del cable: 1.2m ± 0.2m
- Conector Jack: A elegir entre SE 3.5mm o 4.4mm BAL
- Tipo de Conexión de la Cápsula: 2Pin 0.78mm.
- Peso: 12.6g.
Presentación y Contenido
La caja tiene un tamaño mediano tirando a grande, sus dimensiones son 171x140x38mm. Su fondo es blanco y en la cara principal hay una foto de las cápsulas con su cable. Arriba en la derecha, está el nombre de la marca y abajo a la izquierda está el nombre del modelo y el driver usado. La cara posterior posee la misma información en la parte superior, aunque, esta vez, las cápsulas no tienen el cable puesto. En la parte central están las especificaciones en chino e inglés. Abajo están las señas de la marca, los logos de las certificaciones que posee y la dirección WEB. Dicha web está en chino y no hay opción en inglés por ahora.
Tras retirar el cartoncillo exterior se muestra una caja mate de cartón negro, sin nada más. Bajo la tapa están las cápsulas con su cable unido y un estuche con cremallera, todo ello dentro de un mismo molde de espuma negra protectora. Dentro del estuche está el resto del cable y las tips de silicona. El contenido completo es el siguiente:
- Las dos cápsulas Kefine Klanar con un par de tips de silicona gris tamaño mediano, núcleo estrecho.
- Un cable de 4 hebras con conector de 4.4mm BAL.
- Un robusto estuche con cremallera gris.
- Un juego de tips gris oscuro con núcleo estrecho tamaños SxMxL.
- Un juego de tips gris oscuro con núcleo ancho tamaños SxMxL.
Y ya está. Como dice el propio fabricante, Kefine prefiere invertir lo justo en su presentación, sin crear artificios innecesarios. Dos juegos de tips, un buen cable y un buen estuche con cremallera, del suficiente tamaño para que el conjunto quepa en su interior sin problemas. Bien pensado, intentando maximizar la relación calidad/precio del producto en lo esencial.
Construcción y Diseño
Las cápsulas poseen la clásica forma de continente africano con todas las esquinas muy redondeadas. Han sido fabricadas mediante mecanizado CNC de 5 ejes procedente de una sola pieza de aleación de aluminio. El acabado de las mismas es mate anodizado en negro. La cara externa posee una chapa con la marca en letras blancas y está protegida por unas láminas de plástico transparente para evitar que se rayen y conserven su aspecto más brillante. La conexión de 2Pin 0.78mm está en el borde y está proyectada ligeramente. Posee una pieza de plástico rígido traslúcido de forma rectangular que contiene las dos conexiones chapadas en oro. Dicha pieza es superficial, no sobre sale. La cara interna es redondeada y no posee ninguna forma saliente. De esta forma el cuerpo es liso y suave, facilitando la ergonomía. Existen dos agujeros en dicha cara, uno cercano al borde, el otro más cercano a la boquilla. Las letras que indican el canal son blancas y claramente visibles. Las boquillas no poseen un crecimiento suave, sino que están bastante proyectadas y poseen una longitud media muy adecuada. Toda la boquilla es integral, formando una única pieza con la cara interna. Posee tres diámetros, la base 6.2mm, el estrechamiento central 5.6mm y la corona exterior 6.3mm. La protección de la boquillas es metálica con un patrón en espiral cruzado. Aunque parece que es doble, ya que debajo de esta primera rejilla existe otra micro perforada, que también parece metálica.
El cable se puede elegir con clavija SE de 3.5mm o BAL de 4.4mm. En mi caso he elegido la clavija balanceada, está chapada en oro. Su funda es un cilindro negro regular con el nombre de la marca en letras blancas. Existen dos ranuras cerca de la salida del cable, que está protegida por una funda de goma negra. El cable está formado por 4 hebras con 54 hilos cada una. Las hebras marrones son de hilos litz OFC y las hebras negras son de hilos litz de cobre chapado en plata (negro). Cada hilo posee un diámetro de 0.05mm. La pieza divisora es otro cilindro más pequeño con el mismo estilo. Su diámetro se amplía en el borde para volver a estrecharse. En el centro está el nombre del modelo en letras blancas. El pasador es un aro cuyo agujero interior es del tamaño óptimo para realizar su función de ajuste de manera firme y sin que se deslice con facilidad, facilitando la tarea para la que ha sido diseñado con eficiencia. El cable posee fundas semi rígidas sobre oreja transparentes. Las fundas de los conectores de 2Pin 0.78mm son sendas piezas de plástico negro ligeramente acodadas qu ese estrechan y se aplanan cerca de los dos pines, de esta forma la integración estética con las cápsulas es muy apropiada.
El diseño es simple pero muy efectivo. Me da la sensación de que nada se ha dejado al azar y que todos los detalles han sido pensados para maximizar la ergonomía pero sobre una base simplista, pero muy bien pensada. Desde la forma de las cápsulas a todos sus detalles visibles, con todas las letras muy bien contrastadas para poder ver bien el canal de las cápsulas (a excepción del marcaje del cable, situado en la funda de plástico del conector de 2Pin, que consiste en una letra en relieve). Salvo este detalle, el resto del conjunto es puramente funcional, práctico, pero muy eficiente y efectivo. El cable es tan bueno y cómodo para no necesitar que sea sustituido, siendo bastante flexible y manejable.
Ajuste y Ergonomía
El gran diseño, simple pero muy efectivo de las cápsulas, se nota también en la longitud, diámetro y ángulo de las boquillas. Los tres parámetros son muy apropiados y la inserción puede variar entre superficial y media, dependiendo del canal de cada uno. Como suele ser habitual, mis tips grandes rellenas de foam de fabricación casera se ajustan de forma notable y me facilitan una inserción superficial, pero con un asentamiento muy oclusivo que favorece una sensación inmersiva alta, así como un gran aislamiento. Aunque la cara interna no posee anclaje alguno porque es lisa, la rotación es mínima gracias a la longitud de las boquillas y a su ángulo. Como digo, dicha longitud es muy buena porque las cápsulas se integran muy bien en mis oídos y no sobresalen mucho. Son muy cómodas gracias a su textura superficial mate pero suave y a sus esquinas tan redondeadas. Realmente, Kefine ha diseñado unas cápsulas para ser usadas durante horas y horas sin fatiga alguna. Además, el cable también ayuda en este aspecto.
Sonido
Perfil
Los Kefine Klanar posen un perfil en W en donde la máxima elevación está en el subgrave, seguida de cerca de un pico en los 2kHz, que pudiera ser peligroso. La parte central de los medios se hundida en la gráfica, aunque luego no es tan perceptible, ni penaliza tanto el sonido. Por otro lado, existe la clara intención de rebajar los medios altos y extenderlos hacia los agudos de una forma casi plana, con la intención de suavizar la zona alta para obtener un sonido más placentero y menos fatigante. El último pico a 8kHz, que tanto puede ser fruto del artificio del micrófono como real, es muy ligero, quedando unos agudos bastante homogéneos, para terminar en una zona de aire decreciente.
El sonido de los Klanar constrasta por su poder en la zona baja, ya que su elevación desde el subgrave se mantiene gracias a un decrecimiento suave hacia los medios. Tras un valle situado a los 600Hz se produce una subida más rápida hacia los 2kHz para ganar en claridad. Por suerte, los medios-altos están muy bien resueltos junto a los agudos para no incidir en un sonido demasiado estridente. Es por eso que han sido convenientemente reducidos en cantidad de energía de forma muy sabia.
Me consta que Kefine ha buscado un sonido para las masas, pisando sobre seguro. Pero, por otro lado, también ha sabido escuchar a los miles de usuarios sobre la opinión de los agudos de los planares de otras marcas. De esta forma ha buscado una afinación que busca claridad pero no a costa de elevar la energía de la zona alta. De ahí ese pico a 2kHz y su suavizado posterior. Queda claro que elevar de esa manera el subgrave genera un atractivo enfocado hacia los bass-lovers, con un punto muy divertido que conjuga la claridad del sonido con unos graves poderosos. De esta forma el sonido es abierto, suficiente luminoso y poderoso. Está claro que la primera mitad de los medios es la única que se siente algo retraída, pero aun así, la afinación general está muy bien resuelta para que la mayoría de los géneros comerciales, electrónicos, pop y rock suenen de forma muy agradable, atractiva, limpia y detallada y con garra en todo su rango. Felicito a Kefine por tener una idea de claro aspecto comercial, pero ejecutarla de la mejor forma posible.
Graves
Los Kefine Klanar son unos IEMS con énfasis en el subgrave, intentando tener unos medios graves limpios y ágiles. En realidad, el medio grave también está presente y eso le otorga una zona baja potenciada y enérgica. Quizás, demasiado para algunos, pero muy indicada para los Bass-Lovers como yo. Sin duda, se trata de una franja de notable calidad y presencia. Queda claro que la sonoridad y timbre de los transductores planares no son iguales a las de los transductores dinámicos, pero el comportamiento de los Klanar es destacable . Comenzando por la prueba de tonos puros, los Klanar suenan a 20Hz de una forma realista, profunda, sensorial y casi inaudible, aunque se percibe la energía subsónica de forma evidente. La vibración producida a esta frecuencia se aleja del comportamiento de los Balanced Armature y se acerca mucho más a un driver dinámico. De esta forma, el comportamiento se siente mucho más natural. Y gana mientras más alta es la frecuencia. A los 40Hz el tono es poderoso, pleno, lleno de fuerza, sutilmente coloreado, pero muy aceptable comparativamente hablando. La profundidad en la ejecución es obvia y tanto el volumen, como el espacio ocupado es grande y amplio.
Cuando se vuelve a la reproducción de música real, los Klanar son muy capaces de seguir líneas de graves complejas y mal grabadas sin mostrar problema alguno. Además su comportamiento sigue siendo natural, realista y agradable, pese a la potencia imprimida.
El grave posee un buen nivel de textura para ser un planar y una rugosidad algo más notoria que ligera, lo que le proporciona un atractivo adicional, aunque sin ser abrumador. Se podría decir que posee un buen balance entre textura, agilidad, rapidez y decaimiento. No se trata de un grave extremadamente pulcro o seco, sino que ejecuta los golpes con rapidez y sin apenas poso, pero tiene la elasticidad suficiente para ser descriptivo en las superficies, ofreciendo más información que la media. También cabe decir que no se trata de una zona baja oscura y se detecta una sensación de color suave que evita que el rango sea mucho más profundo o sensorial. Por otro lado, también se muestra eficaz e los apartados técnicos y notable en la recreación de capas y líneas de graves complejas.
Pero, quizás, lo mejor del rango no solo es su comportamiento, sino su afinación. Basada en esa pretensión de sonar poderoso desde el subgrave, pretende bajar con rapidez, aunque se queda a medio camino, generando una base corpulenta y grande, que no siempre puede ser del gusto de todos, aunque sí de muchos, entre los que me encuentro. Y lo disfruto.
Medios
Los medios de los Klanar están moderadamente polarizados. El descenso desde los graves se acrecienta hasta el punto central de los 600Hz, para elevarse con rapidez hasta los 2kHz. De esta forma, la primera mitad del rango central adolece de cierta fisicidad y capacidad corpórea, algo que se percibe en las voces masculinas. Éstas suenan limpias y claras, pero también ligeramente delgadas. Pese a ello, poseen un buen timbre, delicado y luminoso, que se percibe y dibuja más cerca de lo uno pensaría, tras ver la gráfica. De nuevo, tengo que felicitar a la afinación, porque el resultado de la primera mitad es más efectivo y presente, que en la teoría propuesta por la FR. Y es algo que se agradece, ya que convierte a los Klanar en unos IEMS más todoterrenos de lo presumible, a priori. Al no tener demasiado énfasis en esta parte inicial, queda potenciada la claridad y separación. También se pierde densidad y opacidad. Los Klanar nunca suenan huecos o demasiados apretados, sino que se mantienen en ese punto ligero, sutilmente punzante, aunque firme, no demasiado delgado, sino que se muestra más completo. Quizás se deba a cierta influencia de la zona baja, más bien por energía que por sangrado de los graves. Para hablar con claridad, aquellos que busquen un muro sonoro en los medios, no lo van a encontrar a aquí. Aunque eso no quiere decir que los Klanar suenen brillantes, completamente luminosos o analíticos, son mucho más moderados y homogéneos que todo eso. Poseen un atisbo de calidez, de nuevo, favorecido por su afinación suave en los primeros agudos, lo que contrarresta la excitación en el inicio de los medios-altos. Gracias a ellos, la segunda mitad de los medios está muy bien resuelta y ayuda a crear un sonido pulcro, claro, transparente y vistoso, pero sin llegar a sonar áspero o penetrante. El resultado es una ejecución con garra, pero controlada en la parte final de los medios, ofreciendo un sonido lo suficientemente proyectado, dinámico y orgánico para sonar muy eficiente, ligeramente marcado, pero musical y resolutivo a la vez. De esta forma, tanto voces femeninas, como guitarras, percusiones y demás instrumentos con base más alta, se presentan con una mezcla energía, presencia y suavidad final que consigue domarlos para nunca sonar penetrantes, aunque el volumen sea elevado. Todo un logro de una gran afinación.
Agudos
Kefine ha buscado deliberadamente ser suave y seguro en los agudos, para ofrecer un sonido placentero, libre de sibilancias y, sobre todo, poco fatigante. Y lo ha encontrado. Es cierto que la afinación de los agudos ayuda mucho más al resto de bandas que al propio rango. Pero éste es el precio a pagar para conseguir tal efecto. Sin duda, los agudos de los Klanar son relativamente extensos en su primera mitad, pero rebajados en su nivel de energía y parte final. De esta forma, los agudos suenan moderados y homogéneos, aunque carecen de cierta chispa, vivacidad y brillo resplandeciente. Es cierto que esto también limita la impresión más elevada de los armónicos, pero posee un control y suavidad complaciente que contrarresta esa carencia. De esta forma, los agudos se muestran ligeramente planos, sin sobresaltos, ni mordiente, más centrados en la eficacia que en su lucimiento. Por arriba, la zona de aire se contrae ligeramente, creando un sonido más parco y enjuto en algunas ocasiones. Quizás sea el punto que haga que el timbre no sea más perfecto, por esa falta de extensión armónica más discernible.
Escena, Separación
La escena se beneficia de la limpieza, relativa delgadez y delicadeza del rango central para mostrarse ancha y moderadamente espaciosa. Sin ser envolvente, la presentación es frontal, de notable profundidad y buena altura. Se percibe una lateralidad superior gracias al énfasis de los graves, generando una sensación de procedencia casi trasera de las frecuencias más bajas, lo que le otorga un buen nivel de espectacularidad y tridimensionalidad virtual, aunque solo en el rango inferior. El resto de frecuencias es eminentemente frontal, con una sensación de aire adecuada. No existe un efecto gaseoso o volátil, aunque la separación es clara, sin ser una característica predominante en el sonido. Existe limpieza, suficiente luz, transparencia y distancia, pero no se trata de un sonido analítico ni mucho más detallado que otros planares del rango de precios. Aunque la limpieza y pulcritud de su presentación, así como la baja densidad de la música, asociada a un buen nivel de resolución (sin ser excelente) ayuda a recrear un buen nivel de micro detalle incipiente, sin ser específico o muy definido, pero suficiente para expresarse sutilmente y llamar la atención.
En cuestión de imagen, de nuevo, el bajo nivel de densidad y sus capacidades técnicas ofrecen un resultado apropiado, sin fallos. Aunque no es lo suficientemente habilidoso para discernir individualmente todos y cada uno de los elementos, manteniendo esa sensación musical cohesiva que presentan algunos planares, que los limita en resolución y capacidad analítica.
Comparaciones
LetShuoer S12 Pro
Los S12 Pro son los S12 con una afinación ligeramente distinta, con algo más de subgrave, un sutil rebaje del medio-grave y de los medios-altos y primeros agudos. La idea es suavizar la parte alta de los S12 añadiendo un enfoque más inclinado hacia el extremo más inferior. También se añadió un cable modular que incorporaba las tres terminaciones (2.5mm, 3.5mm y 4.4mm). La idea de Kefine con los Klanar es similar, pero algo más enfatizada en suavizar los medios-altos y primeros agudos, pero con un perfil en W más marcado y hundido en la primera mitad de los medios.
Las cápsulas de los S12 Pro son más pequeñas, de una construcción impecable y un diseño que va camino de ser un clásico. Kefine ha empezado muy bien, con una gran construcción y excelente ergonomía. Las boquillas cortas de los S12 Pro penalizan la comparativa en el apartado de ergonomía y, en mi caso, los Klanar son superiores. El cable de los Kefine no es modular y se puede elegir en SE 3.5mm y BAL 4.4mm. Es algo más delgado pero menos rígido, característica que es el punto débil del cable de los S12 Pro.
En cuanto al sonido, los Klanar son más suaves en los medios-altos y primeros agudos, también son más ligeros en los primeros medios. En general, su sonido no es tan denso y completo como en los S12 Pro, ni tampoco ofrecen esa sensación de muro de sonido como sí lo hacen los S12 Pro. Esa densidad los hace más intensos prácticamente en todo el rango de frecuencias. Quien busque poder y una sensación inmersiva más profunda debería ir a por los S12 Pro, pero también deberá tener cuidado con sus oídos, ya que su sonido tan enérgico y con agudos más mordaces, pueden provocar fatiga auditiva antes que los Klanar. Por otro lado, otra ventaja que poseen los Klanar sobre los S12 Pro es su facilidad en el manejo, son más sensibles y fáciles de mover respecto a los S12 Pro.
En la prueba de tonos puros prefiero a los Klanar frente a los S12 Pro, sobre todo en el extremo audible inferior, suena más realista. Sin embargo los tonos medios-graves son más naturales en los S12 Pro, resultando sutilmente menos coloreado. Los Klanar parecen tener un timbre algo más brillante en ese medio-grave, mientras que los S12 Pro parecen más profundos, densos y homogéneo. También parece que los graves ocupan más espacio, siendo más voluminosos y opulentos, entregando más energía y poder, incluso. Por mucho que se igualen los volúmenes, no existe tanta pegada y violencia en la parte baja de los Klanar, que acaba siendo más suave.
La zona media, en su primera mitad, es más ligera, delgada y delicada en los Klanar. Los S12 Pro son más físicos, algo más cercanos, más homogéneos y también más densos, con más cuerpo. Eso genera unas voces masculinas más completas, así como una instrumentación más plena, con un timbre más acertado y una plenitud superior. En los medios superiores las competencias parecen igualarse, aunque las diferencias siguen estando en la densidad y cuerpo de los elementos. Los S12 Pro tienen más sustrato y armónicos, mientras que los Klanar son más magros, delgados, algo que facilita la sensación de limpieza y pulcritud. Esa tendencia a ser más finos los hace parecer más pulcros y separados. En realidad, se sienten más en V y algo más parcos, ofreciendo algo menos de información por omisión en ambos lados. Aunque, esa delgadez puede ser beneficiosa en algunas situaciones, ya que es capaz de aislar las voces femeninas con buen talento, recreándolas de una forma más protagonista. Los S12 Pro avasallan en este aspecto más físico y pleno, ofreciendo más base y agudos, además de una presencia más frontal y cercana. Pero también son más homogéneos y las voces femeninas parecen más integradas y arropadas en la música, compartiendo ese protagonismo con el resto de instrumentos.
En los agudos la diferencia de energía es clara. Los S12 Pro tiene mayor energía, pero su timbre es más acertado. En los Klanar éstos han sido rebajados y su sonoridad es más tenue, relajada y matizada. No tienen la chispa de los S12 Pro, pero tampoco son más afilados. En realidad pienso que algo entre medio de los modelos sería lo ideal. Aquí toca decidirse por una zona más realista y crujiente de los S12 Pro o la atenuación controlada menos fatigante de los Klanar.
A nivel de escena los S12 Pro persisten en esa idea de muro de sonido más denso, amplia, pero frontal, más densa y homogénea. Los Klanar presentan una escena más ovalada, con más aire y distancia lateral, pero también en profundidad. No es tan grande o alta como en los S12 Pro, pero parece estar más distribuida. Eso es capaz de generar algunos huecos que dan paso a que pequeños detalles puedan ser observados de forma más clara, ya que existe más vacío a su alrededor. Con los S12 Pro ningún elemento parece estar solo y la detección de los detalles parece más compleja cuando la música es más compleja. La diferencia entre ambos está en esa distribución de los elementos en la escena, así que es difícil decir cuál es mayor. Se siente algo más volátil y suelta en los Klanar, pero más amplia en los S12 Pro, así que el resultado final parece igualarse si se hace un promedio.
Conclusión
Kefine nace con un propósito claro que busca la mejor relación calidad/precio. ¿No es lo que la mayoría de las marcas buscan? Supongo que sí, aunque la diferencia está en si realmente lo logran o no y en lo que hacen para lograrlo. Kefine es clara en este sentido. Se nota que conocen el panorama y también tienen en cuenta el gusto de los aficionados. No debe ser fácil irrumpir en el mercado en pleno auge de la segunda iteración de modelos planares con un nuevo modelo de esa tecnología por primera vez. Tan solo poniendo atención en los puntos débiles y generando una respuesta alternativa en esos puntos se puede lograr llamar la atención. Y es ahí donde Kefine ha puesto su sello. Es cierto que, a priori, no se ha arriesgado mucho en la afinación de los Klanar. Sin embargo, yo pienso que sí existen algunos matices que lo pueden llevar al éxito. Y esos puntos son los que realmente tienen claro la propia marca para con este modelo. Las introducciones de los modelos creadas por las propias marcas suelen ser muy rimbombantes, pero Kefine ha explicado de forma clara sus deseos: “Graves más potentes, medios cálidos, ricos, limpios y detallados, agudos suaves y no ásperos, buenos para escuchar durante mucho tiempo sin fatiga. La experiencia de escucha es envolvente. La escena sonora es amplia y divertida. Gracias a su alta sensibilidad y baja impedancia, Klanar es muy fácil de manejar.” Realmente, Kefine sabe lo que busca y lo mejor es que lo ha encontrado con este modelo. Poco más puedo añadir, tan solo animarlos a seguir así, aunque sea perfeccionando lo que ya existe.
Fuentes Usadas Durante el Análisis
- Aune Yuki.
- Aune M1p.
- Hidizs S9 Pro Plus Martha.
- Burson Audio Playmate II.
- Fiio R7.