Apuesta Al Pájaro Rojo
KBEAR Rosefinch English Review
Valoración
Pros
- Zona inferior poderosa, sobre todo el subgrave, que hará las delicias de los Bass-Heads.
- Rango central equilibrado y armonioso, grueso, denso, con peso, pero nítido.
- Agudos representativos, pero suaves.
- Diseño de éxito, no se cambia.
- La calidad sonora mejora con fuentes superiores.
Contras
- Pese a que los graves son versátiles y aguantan bastante, son capaces de revelar malas grabaciones con zonas bajas críticas.
- Cable y embalaje básico.
- Extensión y presencia de agudos limitada.
- No es un ejemplo de IEM técnico.
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Introducción
A estas alturas, KBEAR no necesita presentación. Pero hagamos un poco de historia. KBEAR es una marca de auriculares de Shenzhen Lingyin Technology Co., China. Fue fundada en 2014 en Shenzhen, por un equipo joven apasionado e individualizado, comprometido con el desarrollo de productos HIFI de moda y de calidad de sonido para los audiófilos globales. Como marca dinámica e innovadora, suele estar en constante movimiento y eso le lleva a crear un buen puñado de modelos nuevos cada año. En esta ocasión, KBEAR vuelve a una franja de modelos asequibles y especializados. Se trata de los nuevos Rosefinch, unos IEMS que conjugan un diseño de cápsula ya tradicional para la marca, junto con un perfil más bajista, que puede ser muy apreciado por muchos seguidores. Pero veamos en profundidad este modelo en la siguiente reseña.
Especificaciones
- Tipo de Drivers: Driver dinámico de 10mm con diafragma biológico compuesto de silicona de 5 micras.
- Respuesta de Frecuencia: 20Hz – 20kHz.
- Sensibilidad: 103±3dB.
- Impedancia: 16Ω.
- Conector Jack: 3.5mm SE chapado en oro.
- Tipo de Conexión de la Cápsula: 2Pin 0.78mm tipo TFZ.
- Cable: 4 núcleos OFC (18*0.05). Micrófono opcional.
Presentación y Contenido
Los KBEAR Rosefinch vienen en un pequeño embalaje clásico, de dimensiones 75x103x36mm. La caja es rectangular y su posición es vertical. Es eminentemente blanca y su cara principal hay un dibujo de lo que podrían ser plumas de pájaro, en tonos de color rojo. En el centro, a la derecha, puede leerse el nombre del modelo bajo unos caracteres chinos. Arriba, a la derecha, está el nombre de la marca. Detrás, están las especificaciones del modelo, en chino e inglés. Al pie, las señas de la marca. El cartoncillo envolvente se desliza verticalmente, mostrando una tapa de plástico transparente que protege al producto. Bajo ella un molde forrado de cartulina blanca en el que se encuentran las dos cápsulas Rosefinch sobre el logo de la marca, escrito en letras negras. Bajo esta capa se encuentran el resto de accesorios. En resumen:
- Las dos cápsulas KBEAR Rosefinch, con un juego de tips medianas.
- 1 juego de tips grises translucidas, tamaños SxMxL.
- 1 cable de cuatro hebras OFC.
- 1 manual de instrucciones.
Poco más. El embalaje es pequeño y los accesorios se encuentran en su mínima expresión. Ni siquiera existe bolsa para su transporte, ni mucho menos, estuche con cremallera de otras ocasiones.
Construcción y Diseño
Las cápsulas Rosefinch repiten el diseño de otros modelos de la marca, cambiando el motivo de la placa externa. Ésta ha sido gravada por medio de un proceso con láser y ha sido fabricada con aleación de zinc de grado aviación. Posee un patrón en zig-zag de elementos rectangulares, en cuyo interior hay pintura roja oscura. En el vértice de la cara externa está grabado el logo de la marca. El resto de la cápsulas es de policarbonato transparente.
El driver usado es dinámico de 10mm con diafragma biológico compuesto de silicona de 5 micras.
La cara interna es de resina transparente, dejando ver el interior y los drivers. Existen dos orificios en esta cara, uno coincide con el centro del DD y otro está situado más al borde. En dicho borde, se sitúa, de manera superficial, la placa rectangular de conexión de 2pines. Es una pequeña pieza de plástico transparente. En el mismo borde, pero al otro lado del vértice contiguo, está escrito el nombre del modelo y la letra que indica el canal, en letras blancas. Las boquillas son metálicas y doradas. Tienen una altura de 6mm, aproximadamente, un diámetro máximo igual y un diámetro menor de 5mm. Está tapado por una tupida rejilla ultra fina y blanca, de orificios microscópicos. Como se ve, las boquillas son gruesas, pero poseen una longitud muy adecuada.
Se trata de un diseño eficaz y duradero. Pese a que es repetitivo, es bueno, bonito y barato. De nuevo se cumple la máxima de “modelo de éxito, no se toca”, o “si algo funciona, para qué cambiarlo”. Pienso que abaratar costes por un lado se puede reflejar en mejorar otras partes, en este caso, creo que el beneficiado puede ser el driver usado.
En cuanto al cable, se trata de una trenza de cobre oscuro de cuatro hebras OFC, cada una está formada por 18 hilos de 0.05mm. El cable es relativamente fino y parece la parte de menos valor del conjunto: las fundas de los conectores son de plástico negro, al igual que la pieza divisora y el pasador, cuyas formas son muy comunes y vistas en cables de productos mucho más asequibles. La parte común del cable es fina, pero esta sensación se acentúa tras la división a dos cables que llega a cada cápsula. Posee recubrimiento sobre oreja relativamente rígido. El conector de 3.5mm está chapado en oro y su funda está acodada a 90º, aunque también es de plástico negro, a juego con el resto del cable. El color del cobre tan oscuro, las partes de plástico y su diseño, hacen que se sienta que el cable es muy básico, tan solo para cumplir la función de transmisión.
Ajuste y Ergonomía
Poco se puede añadir a un diseño que conozco y he probado en otras ocasiones, con un rendimiento más que notable. El tamaño y la apariencia clásica de las cápsulas, de forma externa semi-custom, con un interior muy redondeado y sin bordes, ni aristas, proporciona un ajuste superficial, bastante libre de contacto con las partes externas de la oreja. Y, si éste existe, el roce es muy suave, debido a la lisura del material usado. Ello permite que, con el paso de las horas, no suponga lastre alguno, en la percepción de la comodidad que proporciona este modelo. De esta forma, la ergonomía es alta y bastante buena. Una vez encajados, apenas existe posibilidad de rotación y, con las tips adecuadas, no hay riesgo de desprendimiento, ni caída de los IEMS. En este sentido, debido al diámetro de 6mm de la boquilla, el canal de las tips usadas debe ser tenido en cuenta, en el caso de cambiarlas.
El tamaño de las cápsulas no es muy grande, aunque son un poco gordas. Su peso no es elevado, pero diría que se nota la placa metálica. Aunque, una vez puestos este peso es despreciable y apenas se nota.
Con mis tips de silicona, rellenas de foam, aunque el ajuste es bastante superficial, el sellado es muy adecuado y el nivel de aislamiento, alto. Pero debido a la longitud de las boquillas, podrían usarse tips más estrechas y conseguir una inserción más profunda, aunque el diámetro puede que impida este proceso en canales auditivos estrechos.
Sonido
Perfil
Los Kbear Rosefinch presentan una afinación en W decreciente, en donde el subgrave es la zona más elevada del perfil. La zona baja es cálida, ligeramente oscura, gruesa y posee una velocidad media. Los medio poseen un descenso que se acerca a 1Khz, lo que supone una caída muy progresiva, algo que incide en que la primera mitad de los medios tenga suficiente cuerpo para estar presentes, pero mantengan ese grosor propio de los graves. A partir de aquí, el ascenso en énfasis es igual de educado y los medios-altos se mantienen gentiles, lo suficiente para añadir una ganancia de pabellón que proporcione claridad y algo de luz, pero sin predominio, ni romper el carácter cálido global. Los agudos comienzan con una ligera zona de control, seguida de un chispazo que ya es propio de otros Kbear, que sirve para animar la zona y conseguir cierta extensión, que después se relaja hacia la zona de aire.
Graves
Kbear ha evitado que los Rosefinch sean unos IEMS de nicho Bass-Head. Indudablemente, la banda predominante es la inferior, pero su enfoque hacia el subgrave, tan solo ligeramente estirado hacia el medio-grave, evita que suene demasiado fangoso o gomoso. Es cierto que el grave es grueso y eso añade elasticidad al golpeo, describiendo la zona con una velocidad media. Aun así, la gran profundidad abisal del conjunto de graves hace que la zona sea disfrutable, incluso cuando la música se centra en este apartado. Los Rosefinch no se amilanan y todavía son capaces de lucir con autoridad, respetando voces y agudos. En ningún momento los graves se convierten en una abominación que se traga al resto de música, en absoluto. De esta forma, aunque el peso y cuerpo de los graves es muy grande, el resto de rangos lucen dentro de esa tenue oscuridad que supone el perfil de los Rosefinch. Otra buena cualidad de estos IEMS es que escalan bastante bien cuando la fuente es de buena calidad. En este punto los graves son capaces de sonar contenidos, más secos, ricos, ganando en textura y poder descriptivo. Sin duda, son cualidades que los Rosefinch atesoran y no solo hay que conectar IEMS caros a fuentes excepcionales. Es así como se puede disfrutar de un subgrave sensorial cargado de tensión y una notable presión sonora, además de asumir una buena estratificación sabiendo diferenciar entre capas y líneas de bajos, sin llegar a la saturación, incluso manteniendo una agilidad bastante aceptable. Muy destacable para el precio y su perfil. El punto negativo es una combinación con graves mal grabados y descontrolados, aquí será donde los Rosefinch puedan sufrir.
Medios
Si se aísla la zona media en sí mismo, uno se puede dar cuenta de que la afinación es muy adecuada, bien dibujada, mesurada y con equilibrio. Es cierto que viniendo de un subgrave tan elevado, podría parecer que los medios estarían muy alejados, pero no es así. Tan solo hay que tapar el rango por debajo de 200Hz con la mano izquierda, en la curva de respuesta de frecuencias, para darse cuenta de lo que digo. El resultado salta a la vista y mis oídos describen un rango medio cálido, pero nítido, con una fisicidad en la primera mitad importante, sin que suene encajado, fangoso o hueco. Los Rosefinch saben esquivar estas malas sonoridades, aunque no puede deshacerse del grosor y cierta oscuridad que viene de abajo. De esta forma, las voces masculinas se sienten bastante potentes, muy corpóreas, densas, quizás un poco exageradas en este sentido de plenitud. La base es grande, ese grosor es característico y también irremediable. Es así como la calidez se representa de manera muy abierta en esta primera fase de los medios. Estos atributos se pegan también a las cuerdas y teclados, es fácil notar su anchura evitando una agilidad más propicia. No se trata de un sonido lento, sino que su densidad parece que le impide moverse, como si se tratara de un mar de mercurio. Aun así, el sonido es bastante melodioso y con una dinámica más que aceptable. Las guitarras no sonarán muy afiladas, pero el bajo será predominante y físico. Queda claro que este ambiente no es el mejor para que los detalles se muestren chispeantes o salpicados. Los Rosefinch están en el lado suave en este sentido. De esta forma, las voces femeninas pueden llegar a sonar un poco más apagadas, también debido a que los medios-altos están bien controlados. Se echa de menos un poco más de luz, pero conjugar una zona más excitada en este punto, junto a un perfil descaradamente cálido, hubiese sido un error y un claro desajuste tonal. Así que prefiero esta coherencia más típica y otoñal, que un sube-baja sin sentido, tan solo con la intención de compensar. El resultado es un sonido carente de sibilancias, pero más seco de la cuenta, con un ataque controlado, ligeramente carente de delicadeza, pero destacable por el lado relajado, romántico y dulce. Un punto de vista diferente, pero muy aceptable y disfrutable.
Agudos
La zona alta está totalmente apegada al carácter de los Rosefinch. Podría decir que tiene cierta sonoridad a earbuds más clásicos. Esto es, una primera parte suavemente excitada, con una buena representación inicial. Seguido de una zona de control comedida, para acabar en un buen golpe de luz que se pierde antes de llegar a la zona de aire. Se trata de unos agudos inofensivos, que cumplen su cometido en una representación realista del sonido, aunque de tono matizado, de chispa muy suave y educada. La emancipación secundaria no es suficiente para aportar un brillo superior, aunque habilita cierta claridad, nitidez y un destello agradable y apreciable, sobre todo, para añadir armónicos al rango medio. No se trata de una zona cristalina, tampoco hay lucha entre la oscuridad. Se trata de una luz tenue, cálida, que no pierde la nitidez, aunque se eche de menos una mayor cantidad de aire y extensión.
Escena, Separación
Lo más destacable de la escena de los Rosefinch es la profundidad, observar cuál es el alcance de sus LFO. De esta forma se genera un escenario en forma de u, con una lateralidad más que aceptable, que evita un sonido congestionado o demasiado centrado. Se trata de un escenario más que correcto, bueno incluso, sin demasiada altura, pero con agradable sensación estéreo y un punto de volatilidad gaseosa debido a esa profundidad.
No hay mucha sensación de aire y la separación tampoco es un punto fuerte, debido al grosor de las notas y también a su mayor elasticidad. Técnicamente aceptables, los detalles no son destacables, pero tampoco se trata de un sonido romo o sumamente matizado, sino que su nivel de nitidez y su exposición cálida favorecen un sonido más musical y dulce, que delicado o fino.
Conclusión
Kbear sigue apostando por establecer una línea a seguir dentro de su gama asequible, manteniendo un diseño que cumple muy bien como un estándar eficaz, cómodo, ligero, ergonómico y muy aceptado. Por un lado, abarata costes con un cable y embalaje básico. Por otro, se arriesga por un perfil más especializado, que potencia el extremo inferior, pero sin perder de vista los medios. Se trata de una afinación cálida, casi en L, con una pizca de oscuridad, donde los agudos son suaves, manteniendo un chispazo inicial. El rango central arranca con mucho cuerpo y un grosor que se arrastra desde los graves. Luego, los medios-altos son agradables, equilibrados y coherentes, completando un perfil poderoso en el subgrave, que va ganando suavidad y musicalidad, a medida que avanzan las frecuencias, sin perder la nitidez de vista.
Fuentes Usadas Durante el Análisis
- Earmen Angel.
- TempoTec Variations V6.
- Hidizs AP80 PRO-X Red Copper Limited Edition.
- ACMEE MF02s.
- xDuoo XD05 BAL.
- S.M.S.L Sanskrit 10th MKII + iFi ZEN CAN.