Parece Lo Mismo, Pero Es Diferente
TFZ T2 Pro English Review
Valoración
Pros
- Perfil equilibrado y mejorado.
- Mayor claridad, chispa, definición y nivel de resolución.
- Excelente relación calidad/precio.
- Prescindir del cable es una gran idea, abarata el producto y da una libertad al comprador.
- La calidad del sonido general es excelente para su precio.
Contras
- Quizás pueda ser brillante para algunos aficionados.
- No trae bolsa/estuche de transporte.
- Diseño externo algo redundante.
Enlace de Compra
https://penonaudio.com/tfz-t2-pro.html
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Introducción
La archiconocida marca de IEMS TFZ está siendo muy dinámica en los últimos tiempos, sacando muchos productos nuevos (IEMS, cables y cables amplificadores Bluetooth). En esta ocasión se estrena con un conjunto muy particular. Se trata de unos nuevos IEMS con un precio relativamente bajo, que tienen la particularidad bastante llamativa: vienen sin cables. Esta decisión sorprendente puede llegar a tener muchas ventajas, porque el cable de serie no siempre suele ser bueno o de nuestro agrado. De esta forma, el usuario tiene la posibilidad de elegir el cable que mejor se adapte a nuestras necesidades, sin tener que malgastar el cable de serie. De esta forma, seguro que se reduce el precio del producto final y se ofrece una libertad muy original. El precio de este modelo ronda los 35$ y seguro que por 15$ más, es posible encontrar un cable bastante decente. Y para aquellos que no quieran preocuparse por elegir otro cable, TFZ pone a nuestra disposición el cable audiófilo que acompaña a sus modelos superiores. Se trata de un cable mixto de 3 hilos chapado en oro + chapado en plata + cobre de alta pureza. Su precio es de 30$ y es de una gran relación calidad/precio. El otro punto sorprendente de este nuevo lanzamiento es que TFZ también ha sacado al mercado un cable receptor Bluetooth que se ajusta perfectamente a este modelo, formando un combo que, conjuntamente, tiene un precio muy especial. Pero eso se verá en mi próxima reseña.
En esta ocasión, voy a analizar los TFZ T2 Pro juntamente con el cable audiófilo TFZ.
Me gustaría comentar que últimamente, he leído algunos comentarios de aficionados sobre TFZ, que cuestionan el dinamismo de esta marca. Algunos comentan que las afinaciones son similares, que los nombres son reiterativos, que los drivers son una mera revisión del modelo anterior. Por eso quisiera mostrar que TFZ también sabe innovar y este conjunto es una prueba de ello: unos IEMS asequibles sin cable, con una afinación que no es bajista, sino mucho más equilibrada, un cable audiófilo independiente y un cable receptor Bluetooth, que se puede añadir al pack, a menor precio. ¿Cuántas marcas ofrecen esta posibilidad a este precio?
Especificaciones
- Tipo de Drivers: Driver dinámico con circuito Dual Magnetic Tesla 2.0
- Respuesta de Frecuencia: 20Hz-20kHz
- Sensibilidad: 110dB/mW
- Impedancia: 48 Ω
- Conector Jack: Clavija recta dorada SE de 3.5 mm
- Tipo de Conexión de la Cápsula: 2Pin 0.78mm
- Longitud del Cable: 1.2m
Presentación y Contenido
Los TFZ T2 Pro vienen en una pequeña cajita blanca y cuadrada, de tamaño 101x101x51mm, cuyo borde es plateado, al igual que las letras de la marca, que están en el centro. En el dorso de la caja no hay mucha información: el logo de la marca en esa misma tinta plateada, situado en la esquina superior izquierda. Aproximadamente en el centro, vienen las señas de TFZ. A su derecha está el sello de garantía y debajo una pegatina grande y horizontal, que muestra el color del modelo elegido, de entre 10 posibilidades, además del nombre del modelo y un código de barras lineal.
En su interior hay una lámina semi translúcida que protege a los IEMS, que están dentro de dos agujeros en una pieza de densa goma espuma blanca. Tras retirarla, se puede ver el resto de accesorios. En resumen, el contenido es el siguiente:
- Las dos cápsulas T2 Pro.
- Manual de garantía.
- 1 juego de 3 pares de tips de silicona blanca traslúcida, de canal ancho, tamaños SxMxL.
- 1 juego de 3 pares de tips de silicona blanca traslúcida, de canal estrecho, tamaños SxMxL.
Por otro lado, el cable viene en un embalaje prácticamente igual, la misma caja blanca de borde plateado pero más estrecha (101x101x21mm). En su interior hay una bolsita blanca semi translúcida. El cable viene con una cinta de velcro blanco para recogerlo, en el cual está escrito la dirección web y una protección de plástico para la clavija de 3.5mm.
Realmente, las cápsulas son de muy buena calidad y el sonido, como describiré en su apartado, también lo es. Pero no viene ninguna caja ni bolsa para proteger el producto, ni tampoco con el cable.
Entiendo que se trata de reducir el embalaje, no hace falta que sea grande y ampuloso, pero debería tener lo mínimo y el apartado de transporte y protección es necesario.
Construcción y Diseño
La forma de las cápsulas no dista mucho de modelos de la serie Live, en su forma de la cara exterior. Lo más diferente es su borde, dorado y el interior de la cara externa. Se trata de un pedazo de cuero de vaca seleccionado y cortado con precisión, con diez colores para elegir. El borde metálico es una aleación de grado aeroespacial.
La cara interior es igual a la de los Live 3. También es completamente negro, de plástico. Se mantiene el punto que existe en el vértice de la cara externa. En esta ocasión, no hay letras escritas en el borde, sino que están en el interior, cerca del conector. Son grises, se trata del nombre del modelo y la letra que determina el canal, dentro de un pequeño círculo. Hay un pequeño orificio entre dichas letras y el pie de la boquilla. El material sigue siendo policarbonato. La montura de la conexión de dos pines, es superficial, está situada en el borde superior de la cápsula y consta de una plaquita rectangular transparente, que posee dos orificios, cuyas conexiones son doradas. Las boquillas están totalmente integradas en la cápsula, siendo del mismo material, sin observarse división alguna. Su longitud es, de casi 4mm. La primera parte, la más baja, tiene un diámetro de 5.6mm. Luego, hay una pequeña corona ensanchada, cuyo diámetro es 6.2mm. Por último, el diámetro del borde más exterior, vuelve a ser de 5.6mm. Su interior está protegido por una rejilla metálica perforada.
El cable audiófilo es ligeramente diferente al de aquellos modelos Live. Básicamente, cambia el material del cable. Aquí se trata de un cable mixto de 3 hilos, uno chapado en oro, otro chapado en plata y el último, chapado en cobre de alta pureza. Son 4 hebras protegidas por plástico transparente, enrolladas entre sí. La cubierta del conector es recta, de un metal dorado y ligero. Posee un patrón rugoso, grueso y notorio. La clavija está bañada en oro. La pieza divisora es de plástico, cilíndrica, recubierta de una placa dorada de metal ligero. No hay pieza para el ajuste bajo la barbilla. El cable posee una cinta de velcro para recogerlo. Con el enrollado del cable, la microfonía es inexistente, aunque las guías sobre oreja también ayudan a evitar este efecto.
Muchas similitudes en el nivel de construcción respecto al modelo Live 3, con una cara externa con un toque metálico y ese uso de piel de vaca, que lo distingue de aquel. También el cable posee hilos distintos. Pero el conjunto no abandona la idea de una filosofía continuista en su diseño, modificando la parte más visible y añadiendo muchos colores. Se entiende que se trata de un modelo seguro y ergonómico, pero da la sensación de piloto automático encendido desde hace tiempo.
Ajuste y Ergonomía
Está claro que el diseño funciona, mis sensaciones son las mismas, porque las formas son idénticas.
El tamaño y la apariencia clásica de las cápsulas, de forma externa semi-custom, con un interior muy redondeado y sin bordes, ni aristas, proporciona un ajuste superficial, bastante libre de contacto con las partes externas de la oreja. Y, si éste existe, el roce es muy suave, debido a la lisura del material usado. Ello permite que, con el paso de las horas, no suponga lastre alguno, en la percepción de la comodidad que proporciona este modelo. De esta forma, la ergonomía, ampliamente contrastada en otros modelos de la marca, es alta y bastante buena. Una vez encajados, apenas existe posibilidad de rotación y, con las tips adecuadas, no hay riesgo de desprendimiento, ni caída de los IEMS.
El tamaño de las cápsulas no es muy grande, aunque son un poco gordas. Su peso es despreciable y apenas se nota en las orejas.
Con mis tips de silicona, rellenas de foam, aunque el ajuste es bastante superficial, el sellado es muy adecuado y el nivel de aislamiento, elevado.
Sonido
Perfil
TFZ persiste, en esta gama por debajo de los 100$, con perfiles equilibrados. En esta ocasión, dicho perfil posee una tendencia más clara hacia el brillo, siendo la zona baja y la primera mitad de los medios muy lineal. Se ha suavizado la zona de los medios-altos y se ha añadido algo más de chispa en los primeros agudos. Por otro lado, la mayor linealidad en la respuesta de la zona baja, aporta un sutil beneficio en los subgraves.
Graves
Neutralidad en graves y TFZ parece una extraña combinación. Sin embargo, es algo que puede ser algo más que una simple tendencia puntual. O, al menos, así me gustaría. Sí, me gustaría que la mítica marca de perfiles en V y de grandes respuestas de graves, suavizara sus perfiles y buscara, con más ahínco, un sonido más equilibrado, neutro, brillante o cálido, además de ofrecer mejoras en sus apartados más técnicos. Mientras, toca revisar el segundo peldaño dentro de este particular nuevo y buen camino. Y esta senda lleva a los graves hacia una neutralidad y linealidad bastante alta. Se consigue un notable grado de profundidad, el nivel de presencia de los subgraves no es, simplemente, sutil, sino que posee un énfasis ligero, aunque por debajo del medio-grave. Es a partir de los 40Hz cuando las LFO adquieren más protagonismo, pero el realismo de su reproducción viene avalada por TFZ, no sufran pues. De esta forma, el extremo inferior, pese a su respuesta neutra, posee un color natural y un timbre de igual característica. La sonoridad ni se resiente, ni suena extraña y las frecuencias inferiores se reproducen dentro de esa normalidad neutra e incolora. Y esto no es fácil de encontrar en una gama inferior. La velocidad de la ejecución del rango es bastante buena, el golpeo es ágil y el recogimiento es raudo y sin dejar poso. Esto implica que las líneas de bajo estén bien definidas y perfiladas, gozando de una buena separación y percepción de todo su desarrollo. La estratificación de planos se siente algo más limitada, porque el alcance no es tan profundo. No se trata de una zona plana, en absoluto, pero la contención del golpeo y su rápido recogimiento dibuja unos graves algo más simples en este eje longitudinal. La textura está más allá de la suavidad, sin ser muy rugosa, presenta un nivel descriptivo y ondulaciones agradables y claramente perceptibles, elevando el nivel de valoración del rango inferior. De nuevo, otro notable ejercicio de afinación de una zona baja de manual.
Medios
Viniendo de una zona baja claramente neutra, no existe intromisión de ella en zona media y la libertad de este rango es superior. De esta forma, el grave deja paso a los elementos centrales y nunca se superpone. Las baterías suenan muy limpias y con un buen nivel de velocidad y contención, pero bien adornadas por una gran cantidad de armónicos, que permiten el detalle y matices en todo su desarrollo. Esta es la tónica en todos los elementos de la franja media, una sonoridad más rica y extendida en ambos lados, dotada de un nivel descriptivo superior. Existe un mínimo nivel de calidez, que evita que el sonido sea predominantemente brillante. Este hecho dulcifica las notas y añade un ligero toque de suavidad al final de los sonidos, evitando un destello indeseable. El cariz de los T2 Pro no es analítico, pero tampoco es demasiado suave. Podría describirlo como un gran balance entre todos estos parámetros, porque goza de un gran nivel de transparencia y claridad, además de una generosa exposición de detalles, pero sin perder una musicalidad atractiva, que permite un uso prolongado, con grandes dosis de disfrute asociado a una notable percepción de matices.
La ausencia de valles y la linealidad de la primera mitad de los medios, ofrece un sonido cohesionado, con cuerpo, bastante pleno, realzado por un excitación controlada hacia los medios-altos. Pienso que esta afinación ha sido muy bien implementada. Primero, porque consigue un balance entre presencia, proximidad, protagonismo y equilibrio. Segundo, porque evita un marcado realce de la zona de sibilancia, ajustando la ganancia de pabellón en un punto límite entre la dulzura y el brillo. No puedo decir que el siseo sea inexistente, en absoluto. Pero sí es cierto que su existencia llega a dibujarse como un adorno, un ornamento casi natural de las voces, quizás algo más presente, pero nunca penetrante. Es ahí donde entra esa suavidad que existe en la finalización de las notas, que antes he comentado. Es una característica que añade ese plus de musicalidad amable y armoniosa que poseen los medios de los T2 Pro. En el otro lado del equilibrio está la habilidad de no presentar la zona media como demasiado próxima o cercana. Es cierto el predominio del rango medio, pero como lo es en toda su totalidad y existe una buena sensación de espacio y separación, no se percibe ahogo, ni sobre exposición. Los elementos se distribuyen en el espacio con libertad y adaptación mutua, manteniendo una buena relación de equidistancia realista, además de una compenetración sinérgica, que le otorga un hueco para cada sonido, una profundidad sensible y un nivel de eufonía elevado, pero sin perder de vista ese punto de delicadeza que enriquece el desarrollo de las notas. La presentación tonal es muy correcta, avalada por ese gran compendio entre una sutil calidez y un brillo expuesto, pero preciso. Quién me iba a decir a mí que unos medios TFZ iban a ser tan completos, ricos, detallados y presentes.
Agudos
En general, da la sensación que los T2 Pro deberían ser mucho más brillantes de lo que son en realidad. Queda claro que no se trata de unos agudos completamente suaves o controlados. Pero no encuentro descontrol o exceso. Pienso que la afinación de la zona alta ha sido cuidadosa en los puntos críticos. Tras una mesurada exposición inicial, los agudos se van relajando paulatinamente. De esta forma se consigue extensión y también se apacigua el énfasis general. Es indudable que se siente el crujir y la chispa, pero este fulgor no se eterniza, ni perfora. Es notorio, pero ayuda más que molesta. El resultado es una zona alta presente, pero que posee una sonoridad realista. El hecho que los agudos provengan de un driver dinámico, ayuda a domar su carácter chispeante. Pienso que esta misma afinación ejecutada por un driver BA económico hubiese sido un desastre. Pero la destreza de un DD muy estudiado, ofrece una solución beneficiosa, a una ecuación de difícil solución. En esta ocasión, las notas altas no se sienten tan gruesas y parece que se ha ganado en nivel de resolución. Este grosor, también ayuda a suavizar la sensación de brillo excesivo. Pero se ha ido un paso más allá, consiguiendo afinar los agudos y estilizando la respuesta, alcanzando mayor definición y más detalle. El resultado es un progreso adecuado, una evolución ligera que trata de potenciar virtudes anteriores, pero con una evolución leve pero perceptible.
El punto menos elevado es el extremo superior. Quizás ayude en el control de la proyección de los agudos, pero limita la sensación de aire. Aunque el nivel de resolución y definición mejorado, contrarresta esta acotación.
En resumen, la zona alta es un zona expuesta, pero disfrutable, coherente y presente, realista y chispeante. Un ejercicio que podrá ser disfrutado por amantes de los agudos y también de los medios, porque su incidencia en el rango central es muy importante.
Escena, Separación
La anchura de la escena es apreciable, existe una buena sensación de altura, pero es la profundidad la que se resiente. Vuelvo a repetir que no se trata de un sonido plano, pero echo en falta algo más de proyección longitudinal. De esta forma, la forma de la escena se dibuja como una cúpula, más bien como un gajo de naranja, puesto de pie por su parte interior y estrecha: es alta, es ancha, es volátil, existe separación lateral, vertical y espacio alrededor, pero no mucha profundidad. Pese a esa separación envolvente, el silencio y la oscuridad en ella no es muy pronunciada. Existe una mayor presencia de notas agudas, que de matices del rango central. Esta presencia más directa, enmascara sutilmente esos detalles más nimios que intentan resurgir, pero que se quedan representados en menor grado, debido a la mayor sensación hipnótica y atractiva de las notas más chispeantes.
La percepción de enfoque es buena y el nivel de definición potencia este efecto. Es fácil fijarse en un punto y extraer información musical precisa de él, algo que también implica una buena cualidad de posicionamiento y ubicación de los elementos en una escena que nunca se muestra borrosa, suavizada o matizada.
Comparaciones
TFZ My Love 4
Normalmente, suelo escribir comparativas bastante largas. Pero en esta ocasión lo tengo claro, no voy a escribir líneas y líneas sobre una comparación que se puede liquidar en pocas palabras. Los My Love 4 son la versión cálida, más musical, suave, sedosa de los T2 Pro. Si se desea más claridad, algo más de chispa, mayor resolución y definición, unas notas más finas en todos los rangos, lo mejor es elegir el T2 Pro. ¿Mi preferencia? T2 Pro, porque me gusta que exista más claridad, además de inclinarme por un sonido más analítico. Aunque no calificaría así a los T2 Pro, pero se acerca más a ese perfil.
Ikko OH2
Si se eligen los TFZ T2 Pro el cable audiófilo de la misma marca (como el analizado en esta ocasión), el precio final del conjunto asciende a los 69$. Los Ikko OH2 son 10$ más caros. En conjunto, se podría decir que el segmento de precios es similar. Pero si solo se compra el T2 Pro y se añade otro cable de 15$, tendríamos un conjunto de 50$. Dejando de lado el precio y volviendo a las comparativas simples, los OH2 son la versión concreta de los T2 Pro. La curva de respuesta de frecuencia es muy similar hasta los agudos, es ahí donde la cosa cambia radicalmente. Si odias los agudos, deja de leer y tu elección debe ser los OH2. Si no es así, quizás valga la pena continuar con la reseña. En conjunto, las diferencias son claras. Los OH2 son adalides del sonido simple y escueto, sin artificios, ni ornamentos, secos, rápidos y concisos. Los agudos matizados acortan las notas, dejándolas breves en su capacidad descriptiva. Por otro lado, la expansión, extensión y presencia superior de los agudos en los T2 Pro, inunda de chispa, matices, y armónicos, su sonido. La diferencia es como si entraras en un cuarto con tres luces y apagaran la del final. Así son los OH2, frente a los T2 Pro.
Entrando a valorar los rangos, la zona baja de los TFZ es más profunda, con un sutil mayor percepción de los subgraves. La sonoridad global de los graves en los Ikko se siente algo más coloreada, con un enfoque situado en el medio grave. Diría que los TFZ poseen un grave más rápido, con un golpeo más seco y un recogimiento más veloz, se desvanece antes. Pero estoy hablando de pequeñas diferencias. Ambos tienen una muy buena sensación de textura y nivel descriptivo, pero TFZ es TFZ.
En la zona media la afinación es muy similar, pero el recorrido y extensión de los sonidos es diferente. Los OH2 son escuetos y dejan espacio al silencio y a detalles nimios de esta banda. Los T2 Pro son mucho más explícitos y llenan los medios con matices, detalles y ornamentos que son más naturales. No poseen ese filtro de papel secante de los Ikko y el poder descriptivo y la chispa son muchos más evidentes. Es una clara batalla entre un rango medio parco y otro más exuberante, brillante y extendido.
Los agudos son casi como la noche y el día, como claro y oscuro, tan solo se parecen en el extremo audible.
La sensación de apertura de la escena es superior en los TFZ. El sonido más escueto de los Ikko estrecha su escena. Mientras, los TFZ se sienten más volátiles, etéreos, gaseosos y expansivos. Tienen más luz, tienen más extensión y altura. El sonido parco de los Ikko es también más plano.
En cuanto a tamaño y ergonomía, los Ikko son más pequeños y ligeros, realmente encajan muy bien y se integran notablemente en el pabellón auditivo. Los T2 Pro tampoco son malos en este aspecto, pero son más grandes.
Si hablamos del cable, prefiero el manejo del TFZ, el del Ikko es más rígido y prefiero la conexión 2Pin a la MMCX.
Conclusión
La iniciativa de TFZ de vender unos IEMS sin cable, debe ser aplaudida. Más, cuando se trata de un modelo que no tiene una afinación en V y que supone una mejora clara en este sonido. Es cierto que repite ciertos aspectos: la forma de las cápsulas se parece a otros modelos de la misma marca y el perfil es similar al de los My Love IV. Pero el precio es excelente para el sonido que ofrece y puede claramente competir con IEMS que son el doble de caros o más. Y además, tienen la ventaja de que se puede elegir el cable que uno quiera, incluso aprovechar otros que ya tengamos. Es sabido que la conexión de 2Pin de TFZ es un tanto peculiar, pero existen muchas y buenas alternativas en el mercado. Y si no, se puede comprar el cable audiófilo de TFZ de calidad contrastada.
En cuanto a la calidad de sonido, en esta franja económica predominan los graves y TFZ ha ido contracorriente. Cada vez van saliendo alternativas al clásico sonido en V de los IEMS económicos, pero que TFZ sea una avanzada en este sentido sirve para que se le tenga en cuenta para el futuro, en este segmento. No pienso que los T2 Pro supongan una revolución, pero sí un movimiento inteligente que debería devolverle a una posición ventajosa. Por este dinero ¿Te lo vas a perder?
Fuentes Usadas Durante el Análisis
- ACMEE MF02s.
- ACMEE Magic Sound 4.
- xDuoo Link2 Bal.
- Hidizs S9 Pro.
- Earmen Sparrow.
- E1DA #9038D.
- HiBy R3 Pro.
- Burson Audio Playmate.
- S.M.S.L Sanskrit 10th MKII + iFi ZEN CAN.