Un Avance Hacia Los Orígenes
Dunu Falcon Pro English Review
Valoración
Pros
- Graves secos, concisos, precisos, decaimiento veloz.
- Excelente afinación de los agudos, lineal y extendida.
- Perfil equilibrado y bien balanceado, de tendencia cálida y poderoso cuerpo en su zona media.
- Versatilidad de los filtros.
- Muy alto nivel de construcción y diseño, que le otorga un gran ajuste y ergonomía.
- Conjunto de accesorios sobresaliente.
- Sistema de 3 clavijas intercambiables, gracias a la tecnología Q-Lock LITE.
- La relación calidad/precio roza la puntuación más alta.
- Los Dunu Falcon Pro son una apuesta segura y sencilla, para cualquier aficionado, profano o aventajado.
Contras
- Textura y capacidad descriptiva limitada en la zona baja, los graves se muestran lisos.
- Sensación de elementos a media distancia.
- La calidez moderada puede aportar más oscuridad de la deseada, sobre todo, con el filtro “Atmospheric Inmersion”.
- Posee una limitada capacidad analítica, que impide que los elementos micro sean revelados.
- El sonido que se escapa por los múltiples orificios, puede ser molesto para la gente de alrededor.
- Aunque el sistema de clavijas intercambiables es muy útil para todos, encuentro que el anclaje no es tan rígido, duro o seguro. Echo de menos algún elemento que fije la conexión de forma más permanente.
Enlace de Compra
https://www.dunu-topsound.com/falcon-pro
Enlace a la Web
https://www.dunu-topsound.com/
Introducción
¿Quién es Dunu? En realidad, sobran las presentaciones, porque muchos de vosotros, seguro que conocen esta marca que se dedica a crear productos de auriculares profesionales y de consumo, desde 1994. Con la idea de estar a la vanguardia del audio, Dunu siempre trata de innovar, desde sus famosos híbridos, hasta sus mejoradas tecnologías de fabricación de drivers dinámicos. Este es el caso del nuevo modelo Falcon Pro, que usa un DD con la tecnología patentada Eclipse. Dicha tecnología se describe como “Técnicas de montaje de conductores compuestos” y seguro que es más compleja que el nombre. Entre otras cosas, el driver y su diafragma, han sido diseñados para obtener un rango completo, una sonorización autónoma y una configuración acústica híbrida. El imán usado posee un flujo magnético de 1,6T, un valor realmente alto. Todos recordamos cuando, no hace mucho, aparecieron los IEMS de 1T y, actualmente, esta cifra ya ha sido altamente superada.
Cabe recordar que este nuevo modelo es el sucesor del Falcon-C, unos IEMS con un solo driver dinámico, que salió al mercado a finales del 2016, con un precio de 219$. Actualmente, este modelo ya no se fabrica, de ahí que haya aparecido su sustituto, incluso con su mismo precio.
Englobado dentro de la tecnología Eclipse, los Falcon Pro comparten línea con los modelos Luna y Zen Pro, siendo el más asequible de la gama. Añadiendo un poco de historia, este modelo estaba previsto para ser lanzado a principios del 2020, pero todos sabemos lo que sucedió el año pasado y que todavía sigue asolando al mundo. Todo este tiempo no ha sido desaprovechado, incluso ha servido para que este nuevo modelo sea más maduro, extrayendo lo mejor de la tecnología Eclipse, creando un nuevo driver dinámico de 10mm, que usa un diafragma con cúpula de carbono amorfo tipo diamante, aplicado mediante deposición química de vapor mejorada por plasma sobre polímero termoplástico.
Bueno, podría seguir comentando todos estos pequeños detalles que hacen grandes a estos IEMS, pero seguro que todos aquellos que encuentren interesante estas explicaciones, hallarán mucha más información en la web de compra de la página oficial. Por otro lado, como suele ser habitual, detrás de la clásica introducción, yo me dedicaré a comentar las excelencias de este nuevo IEM de Dunu, además de su sonido, por supuesto. No se duerman, que lo mejor está por llegar.
Especificaciones
- Tipo de Driver: Módulo de accionamiento Eclipse. 1 DD con diafragma de 10 mm, cúpula de carbono amorfo tipo diamante, cubierto de suspensión totalmente independiente. Imán de neodimio de tipo anillo externo de 1.6 T.
- Respuesta de Frecuencia: 5kHz-40kHz.
- Sensibilidad: 112dB ± 1dB @ 1kHz.
- Impedancia: 26Ω @ 1kHz.
- Distorsión armónica total: < 0.3% at 1 kHz
- Longitud del cable 1.2m ± 0.1m
- Material del cable: Cobre OCC chapado en plata 6N
- Conector Jack: Sistema modular de conectores DUNU Quick-Switch. Conectores incluidos: 4.4mm TRRRS Balanceado, 3.5mm TRS Single-Ended, 2.5mm TRRS Balanceado
- Tipo de Conexión de la Cápsula: Conector MMCX Catch-Hold® patentado
- Peso Neto: 19g.
Presentación y Contenido
Para mi sorpresa, la caja de los Dunu Falcon Pro, es muy compacta. Sus dimensiones son 134x97x71mm. Posee una funda de cartoncillo, deslizable verticalmente, cuyo color es amarillo ligeramente pálido. Sobre él, están dibujados, a modo de motivo repetitivo, el logo de la marca, la letra D con la palabra “Dunu” atravesando la columna izquierda de dicha letra y unos auriculares de diadema. Todo el tinta gris clara. Al pie de la cara principal está el nombre del modelo, junto al logo Hi-Res, en la esquina inferior derecha. En la cara trasera están las especificaciones, en chino e inglés, logos de certificación e información relativa a la marca (dirección, web, etc.). Tras deslizar el cartoncillo protector aparece una caja completamente negra con “DUNU” escrito horizontalmente, en plata, en el centro de la misma. En su base vertical, está la pegatina que certifica la originalidad del producto. Tras levantar la tapa, se puede ver un gran estuche con cremallera, de color verde turquesa. El logo de la marca está gravado en plata, en el centro de la misma, con letras resaltadas. Una lámina de plástico transparente protege el emblema. El estuche está protegido por una densa espuma negra, en sus esquinas superior izquierda e inferior derecha. Debajo hay una tarjeta negra con el logo Q-Lock LITE y otra caja de cartoncillo negro, con la marca en plata, en su centro. Tanto en el interior del estuche, como en el de la caja, están el resto de accesorios. En resumen:
- Las dos cápsulas Falcon Pro con el filtro “Reference”.
- Bolsita de tela marrón para albergar las cápsulas.
- Un estuche con cremallera.
- 1 gamuza de limpieza, dentro de una bolsa zip transparente.
- 3 pares de tips de silicona gris claro, tamaños SxMxL.
- 3 pares de tips de silicona negra, con núcleo interior de colores diversos, tamaños SxMxL.
- 3 pares de tips de silicona negra traslúcida, con núcleo interior azul, tamaños SxMxL.
- 3 pares de tips de silicona gris traslúcido, de diámetro interno grande, con relleno tipo whirlwind, tamaños SxMxL.
- 1 cable MMCX de cobre OCC chapado en plata 6N, con conectores Q-Lock LITE.
- 1 conector 2.5mm TRRS Balanceado.
- 1 conector 4.4mm TRRS Balanceado.
- 1 conector 3.5mm TRS Single-Ended.
- 1 adaptador de 3.5mm a 6.3mm.
- 1 cepillo de limpieza.
- 1 placa de acero que alberga enroscados los filtros “Transparency” y “Atmospheric Inmersion”.
- 4 arandelas de goma azules.
- 4 arandelas de goma roja.
- 4 arandelas de goma amarilla.
- 1 tarjeta Q-Lock LITE.
- 1 tarjeta con instrucciones para montar los conectores.
- 1 tarjeta certificado de calidad.
El contenido no puede ser más completo y compacto. Toda una demostración de que en un embalaje relativamente pequeño, caben muchas cosas interesantes. Un ejemplo a seguir, para evitar tamaños desproporcionados. Especial mención al estuche con cremallera y su interior tipo bolsa de tela, por su tamaño y cuidada calidad, que ofrece una presencia distinguida al conjunto. También hay que reconocer el detalle del saquito para proteger las cápsulas. Aunque, a mi juicio, me parece algo pequeño y la tarea de guardado no es muy rápida. Pese a la gran variedad de tips, se echa de menos aquel arsenal del modelo DN-1000, que incluía bi-flange, tri-flange y tips de foam, entre muchas otras. Pero, aun así, el contenido es excelente.
Construcción y Diseño
A diferencia del modelo Falcon-C, cuya cápsula fue fabricada con una aleación amorfa de circonio (también conocida como «metal líquido»), los Pro usan materiales más convencionales, como el acero inoxidable y el aluminio. De esta manera, se facilita el proceso de fabricación. Aunque se mantiene el diseño de la cápsula anterior, se han introducido cambios para mejorar la ergonomía. El modelo solo es elegible en un color y está construido en acero inoxidable. Su interior posee un diseño de carcasa antirresonante, de doble cámara. La parte externa de la cápsula está pulida y, en su borde, posee un bisel arenado/esmerilado, que contiene el motivo repetitivo que hay en la funda de la caja. En el centro de la cara externa, está gravada la marca. La cara interior posee el mismo cromado brillante y pulido. La forma no es nada sencilla: posee una similitud al dibujo clásico de un riñón, pero con una barriga más rechoncha, con una forma muy redondeada, que se asemeja a una espiral rellena, pero irregular. La cara externa se abulta en la conexión MMCX. El interior es más complejo, si cabe, que el biselado con motivos de la cara externa. Tiene dos niveles. En el más bajo está la inscripción del canal, una letra R o L dentro de un círculo, todo ello gravado en la superficie. Junto a ella, alejándose de la conexión MMCX, hay dos orificios relativamente profundos y grandes, en cuyo fondo hay sendas rejillas perforadas. El segundo nivel está cerca de la boquilla y en su base hay tres agujeros más. No son tan profundos y dejan ver una rejilla microperforada blanca, que parece textil. Si antes, la perforación de la rejilla podía alcanzar la cabeza de un alfiler, en esta ocasión los agujeros no logran verse, porque se trata de una malla tupida. En la cima de la cara interna, está otra pieza particular de esta gran creación. Se trata de la boquilla enroscable. Hay tres pares de boquillas, cuya densidad de rejilla, altura y diámetro interior, entre otras características, otorgan el particular sonido a estos IEMS. Se llaman “Reference”, “Transparency” y “Atmospheric Inmersion”. En el caso de la boquilla “Transparency”, tiene una altura aproximada de 4mm, el diámetro mayor alcanza los 6.2mm y el menor, los 5.4mm. La boquilla “Reference” posee una altura superior, de 5.6mm y la “Atmospheric Inmersion” es la más alta de todas, con un total de 5.8mm. La base de todas ellas, tienen un aro estrecho, seguido de una parte más larga, de menor diámetro. Ésta termina en un borde que empieza con delgado escalón, al que le sigue un bisel, que se enrasa a 1mm del orificio protegido por una tupida rejilla metálica.
La cápsula usa un conector MMCX Catch-Hold® patentado. El cable posee la tecnología Q-Lock LITE (DUNU Quick-Switch Modular Plug System), que permite intercambiar las tres clavijas acodadas existentes (3.5mm SE, 4.4mm BAL y 2.5mm BAL). El conductor se compone de dos hebras enrolladas de cable de cobre OCC, chapado en plata 6N. La pieza divisora es un cilindro metálico y alargado, con la marca impresa longitudinalmente. El pasador es una pequeña pieza de plástico transparente, cuyos agujeros interiores poseen un diámetro ligeramente superior al cable, permitiendo el deslizamiento fácil y un ajuste algo lacio, pero sutilmente efectivo.
Por último, hacer hincapié, nuevamente, en la tecnología usada por el driver dinámico: se trata de un módulo de accionamiento Eclipse, con un diafragma de 10mm y cúpula de carbono amorfo tipo diamante, cubierto de una suspensión totalmente independiente. El imán usado es de neodimio de tipo anillo externo de 1.6 T.
No hay duda que este modelo, con todas las tecnologías usadas, las patentes y el driver Eclipse, si hubiese sido fabricado por otra marca, quizás podría valer mucho más. Pero Dunu lo ha dejado al competitivo precio de 219$, un valor muy moderado para una calidad de construcción tan exquisita. Realmente, es difícil encontrar un rival que pueda superarlo en calidad, belleza, tamaño y diseño. Quizás el cable no sea el más gordo, ni con el mayor número de hebras del rango, pero las clavijas intercambiables no están al alcance de ellos. Con todo esto, sumado al bajo peso de las cápsulas (solo 19 gramos), solo queda concluir que los Dunu Falcon Pro, en este apartado, son sobresalientes y muy difíciles de batir, hasta los 300$.
Ajuste y Ergonomía
La propia Dunu se encarga de comentar que ha mejorado la ergonomía de los Falcon Pro, respecto a los Falcon-C. Y cabe remarcar que ha sido eficaz en este aspecto. La forma y el diseño de los IEMS está verdaderamente pensada para facilitar el ajuste y maximizar la comodidad. Entre el bajo peso, las formas tan redondeadas, la cara interna de doble piso, la longitud de las boquillas y el relativamente pequeño tamaño de las cápsulas, consiguen un nivel de ergonomía muy elevado, un ajuste sencillo, sin apenas rozamiento y una inserción superficial, que puede tender a media, dependiendo de las tips usadas. En mi caso, uso las tips rellenas de foam habituales, que permiten un sellado bastante bueno, aunque una inserción superficial. Pese a ello, las cápsulas se integran bien en el pabellón auditivo, sin que sobresalgan mucho, rozando mínimamente o prácticamente nada, en las partes de la oreja. El cable se recoge de forma muy adecuada, gracias a la forma de la carcasa del conector MMCX. Apenas se nota su paso por encima de los oídos.
En resumen, los Falcon Pro son muy adecuados para largas escuchas, sin que lleguen a molestar, ni por presión, ni por inserción, ni por peso, ni por roces. Además, con las tips adecuadas, se puede llegar a lograr un buen nivel de aislamiento.
Finalmente, debo comentar que por culpa de los 5 agujeros que posee cada cápsula, el sonido se escapa por ellos. La cual cosa no los convierte en los mejores compañeros para las personas que hay alrededor, sobre todo, si la estancia es tranquila.
Sonido
Perfil
El perfil de los Dunu Falcon Pro es sutilmente en V, en donde el balance entre los medios graves y los medios altos, varían ligeramente, según la boquilla usada. El tono posee una tendencia cálida. La naturaleza del sonido, conlleva cierto calor, algo que también se siente respaldado por el equilibrio demostrado, la densidad y el cuerpo de la parte inicial de los medios, además de la suavidad de la zona alta.
La boquilla “Atmospheric Inmersion” posee un perfil más inclinado hacia la zona baja, en donde sus medios altos y agudos, son más tenues. La boquilla “Reference” es más equilibrada, mientras que con la boquilla “Transparency”, la tendencia es ligeramente más brillante. En realidad, según mis gráficas, la curva de graves es muy similar, mientras que los cambios son visibles desde los 100/200Hz en adelante, estando entre 2kHz y 6kHz las mayores diferencias entre todos los perfiles. Aun así, las distancias entre valles y picos de todos los perfiles obtenidos, son muy suaves, lo que da una idea del equilibrio que poseen Falcon Pro. Tanto, que incluso rozan la neutralidad.
Respuesta de frecuencia referenciada a 1kHz
Respuesta de frecuencia a igual volumen, sin referenciar
Graves
La zona baja que trata de dibujar este nuevo modelo de Dunu, busca el realismo, más que un énfasis en el subgrave. Si bien las LFO no se encuentran con facilidad en la naturaleza, en los IEMS se suele enfatizar esta zona con la intención de obtener unos medios más limpios y menos contaminados, por parte de los graves. Es cierto que me gusta ese tipo de sonido y abogo por una gráfica de ese estilo. Pero, también debo admitir lo que comentan voces muy sabias en este sentido: ¿Qué hay de real por debajo de los 40Hz? Cada uno se puede hacer esa pregunta y luego escuchar los Dunu Falcon Pro, para intentar responderla.
Usando el filtro “Atmospheric Inmersion”, quizás la boquilla que permite escuchar el mayor realce de los graves, ni siquiera convierte a estos equilibrados IEMS, a un perfil bajista. Está claro que la armonía entre todas las bandas, es el tesoro a proteger, además, por supuesto, de la naturalidad. Y eso es lo que se observa. El grave se define con una velocidad y decaimiento realista, no pienso que sea el más veloz del rango, ni el más rápido en desaparecer, aunque el poso que deja es prácticamente inexistente. Es innegable la habilidad del driver, a la hora de ejecutar ese golpe de graves más centrado en su mitad, describiéndolo ágil, limpio, penetrante, con una definición y resolución excelente. Aunque también es verdad que la rugosidad es ligera y que los graves no rascan. Su superficie es de tendencia delicada, con una textura suave, alisada, sedosa, agradable, al fin y al cabo. Todos aquellos que esperen algo más de violencia o brutalidad en el driver Eclipse, se pueden sentir decepcionados, porque éste posee un talento para el control, capaz de mantener a raya, incluso, a los graves peor filtrados y demoledores. Lo que para algunos puede suponer una pequeña desilusión, para otros puede ser un seguro de vida, gracias a una reproducción preciosista, esmerada y, finalmente, respetuosa con nuestros oídos y con la fidelidad, que es lo más importante.
En definitiva, el grave Falcon Pro posee una vocación Hi-End, que busca una recreación que parece fácil y natural, pero que esconde muchas habilidades. Partiendo de una base central dominante, consiguen definir un subgrave profundo y redondo, a la vez que suave, ligero, pero perceptible. De la misma forma, su extensión hacia los medios está excelentemente controlada, logrando enfocar y ubicar el rango bajo, en una parcela en donde los límites son invisibles, pero reales. Otra habilidad a percibir, es la dosificación de la energía aplicada al golpeo de los graves. Como he comentado, la naturalidad de la zona puede dar la impresión de una ejecución más lacia, en términos de velocidad. Pero la capacidad de contención y recuperación existente en cada golpe de grave, junto con la sonoridad que éste produce, es algo que proporciona a los Falcon Pro, una definición en su zona baja, diferencial y bastante única, como si cada bombo fuera un pasaje musical, nuevo, fresco y completamente disfrutable; una delicia en miniatura.
Medios
Para poder disfrutar de los mejores medios, he decido cambiar al filtro “Reference”. Con el filtro “Atmospheric Inmersion”, las voces parecen más líquidas, diluidas, finas, etéreas y volátiles (queda claro el porqué del nombre de la boquilla). El resto de la instrumentación también posee dichas cualidades y, en general, la sensación de una escena más amplia y gaseosa, se hace patente. El sonido está generosamente aireado, pero siento una ausencia de cuerpo. Tras enroscar la boquilla de referencia, dicho cuerpo aparece y las voces adquieren un sustento natural que las devuelve a la tierra, como si de gravedad se tratara. El realismo anterior, existente en la zona baja, ahora se traslada al rango central, con el cambio de boquilla.
Mi impresión, al probar por primera vez los Falcon Pro, con este filtro que viene de serie, fue una sensación de realismo innato, tan natural, que casi no transmitía sorpresa. Con el paso de las horas, comprendí que esa falta de sorpresa es el verdadero regalo de la zona media. Como revisor, tengo una tendencia hacia querer sentir una nueva sensación con cada auricular que pruebo, un sentimiento distintivo, algo que me permita destacar al modelo revisado, por encima del resto. Pero al probar estos Dunu con el filtro “Reference”, no obtuve esa sensación. No encontré ese efecto “wow”. Sin embargo, ahora, tras semanas de escucha, debo concluir que todo está articulado como debe, todo se ejecuta canónicamente, todo aparece y todo se encuentra, con facilidad, con realismo, con naturalidad, sin esfuerzo y sin que nada resulte artificial. La verdadera habilidad del filtro “Reference” también reside en su nombre. Se trata de pureza y neutralidad, limpieza y claridad, de un sonido orgánico y analógico, que nos retorna a los orígenes de la música equilibrada e inherente.
Como no podía ser de otra forma, el tono, moderadamente cálido, se siente totalmente compenetrado con el timbre, idóneo y oportuno, que el Falcon Pro produce. Para animarlo o apaciguarlo, tan solo hay que conectarlo a fuentes con distinto perfil. Este Dunu no cambiará su sonoridad fácilmente, pero puede que sus detalles adquieran el cariz del dispositivo. Una fuente cálida conseguirá un mayor cuerpo, más peso en la primera mitad de los medios, añadiendo una densidad superior, que producirá un sonido más potente, pero limpio y controlado. Una fuente más fría, aportará más limpieza, claridad, definición y capacidad de resolución. Pero no convertirá al Falcon Pro en un auricular analítico.
Otro aspecto a destacar de la zona media es el balance: nada destaca, en presencia, por encima de lo demás. De esta forma, no se trata de otros IEMS con medios altos enfatizados, que persiguen la claridad por encima de todo. Sino que están en esa tendencia, madura, de medios altos controlados, suaves y lineales. Aunque, también es cierto que pueden ganarse algunos dB de excitación, gracias a los filtros, pero sin que ello suponga una pérdida de dicha virtud. De esta forma, la coherencia se mantiene, como hilo conductor de una zona media equilibrada, donde nada destaca completamente, para que el conjunto sea lo realmente importante.
Como no podía ser de otra forma, la pureza del sonido permite que los detalles sean de alta resolución. La fácil expresividad de los Falcon Pro, ofrece un nivel de matices elevado, así como aspectos muy reveladores. Sin embargo, a nivel micro, no son tan analíticos para poder destacar algunos elementos más pequeños. Quizás no sea su naturaleza.
Agudos
Para conseguir la mejor respuesta de la zona alta, he montado el filtro “Transparency” en los Falcon Pro. De esta forma se enfatizan los medios altos y también los agudos, respecto al resto de filtros. Pese a ello, el sonido no pierde su equilibrio, aunque sí tiene más chispa. Los agudos se muestran bastante lineales y no existen oquedades, ni picos claros. Su respuesta es extendida, pero sin ser predominante. A decir verdad, llevaba tiempo buscando una afinación en la zona alta, como la que presentan los Falcon Pro. Además, es mejor, porque dicha respuesta puede controlarse o excitarse ligeramente, gracias a los filtros. Así, resulta muy fácil encontrar el punto adecuado a nuestros gustos, a no ser que que seamos “treble-heads”. Con ello quiero decir que el control nunca se pierde, ni tampoco el realismo. Tanto el timbre, como el tono, siguen en el lado natural de la reproducción, incluso, potenciados por la linealidad de la respuesta en agudos. De esta forma, la expresión de la zona alta posee chispa, precisión, finura y delicadeza. Las notas agudas son delgadas y muy bien definidas, gozan de mucha rapidez y son efímeras. De esta forma no perduran en el ambiente y éste no se contamina de ese aura brillante que a veces se genera en otros modelos, por culpa de unos agudos que se superponen. El nivel de resolución y la rapidez, contribuyen positivamente, en la recreación de espacio entre estas notas y ayudan provocar vacío y oscuridad entre ellas.
Pese a la excitación del filtro “Transparency”, los agudos no son explosivos y su crujir se siente, pero es relativamente tenue, muy bien recreado, pero con una tendencia balanceada, que no predomina por encima del resto de rangos. Se podría decir que son seguros pero extendidos, con una excelente representación y presencia, en todo su rango, sin menospreciar el nivel de aire alcanzado. Un ejemplo a seguir.
Escena, Separación
La escena puede incrementarse, volviéndola más etérea y gaseosa, usando el filtro “Atmospheric Inmersion”. Como su nombre bien dice, con ellos se obtiene una sensación más tridimensional y abierta de la escena, ganando en separación en los tres ejes. Volviendo al filtro “Reference”, el sonido se vuelve más realista, pero menos envolvente. Hay elementos que se acercan más, pero sin que nunca queden muy próximos. En la escena de los Falcon Pro, predominan las medias distancias: no hay nada muy alejado, pero tampoco nada en primer plano. Quizás, con el filtro “Transparency”, se consiga la mayor cercanía de algunos elementos al oyente, pero sin perder la distancia relativa entre ellos. Incluso, con éste, se gana en altura.
No se observa compresión con el cambio de filtros y aunque la escena se modifica, ésta no sufre variaciones muy determinantes en anchura. Las diferencias se presentan más en altura y en tridimensionalidad. Tampoco la limpieza se muestra muy alterada, ya que siempre hay claridad, distancia, vacío, oscuridad y aire entre notas.
El nivel de detalle es explicito y fácilmente distinguible. No se trata de un sonido analítico, en donde los matices se expongan más que las partes fundamentales, pero es cierto que los Falcon Pro poseen una tendencia a plantear los detalles de manera visible y palpable. Sin embargo, el micro detalle se siente menos perceptible, a veces más oculto y obstaculizado. Quizás tanta información al alcance de los oídos aleje a esos detalles más pequeños.
Comparaciones
Rose QT9 MK2
Para comparar, he usado el filtro “Reference” en los Dunu Falcon Pro.
Los Rose QT9 MK2 son unos de mis auriculares favoritos y tienen un precio similar, aunque algo superior: 239$. Se trata de un multidriver 1DD+4BA. Su driver dinámico también es de 10mm y además monta 2 TWF30018 BA + 2 TWF30019 BA. El diafragma del DD está fabricado con película de aleación de tungsteno Goertek. Su tamaño es incluso más pequeño que el de los Falcon Pro, pero están construidos en resina. Son más ligeros y sus boquillas son más cortas, así que se integran más en el pabellón auditivo. Pero puede ser más complicado encontrar tips adecuadas a su inserción superficial.
La afinación de los Rose es más en W, inclinada hacia el subgrave, con una zona alta suave, pero algo desigual. En principio poseen una zona baja más predominante y potente, con una zona alta que se siente más brillante. El retroceso se encuentra en la zona media, donde las voces y demás instrumentos pueden llegar a sonar más delgados, comparativamente hablando, respecto a los Dunu. Otra diferencia clara, es que los Dunu parecen más oscuros y cálidos que los Rose, mientras que los éstos se muestran más claros y limpios.
Los Rose representan unos graves acentuados en el subgrave, que poseen una textura más rugosa y descriptiva, más emocionante. Mientras, los Dunu tienen un golpeo más compacto, contenido, seco, de textura más suave y lisa. Hay más control en los Falcon Pro, pero más excitación en los Rose. La inclinación hacia el subgrave en los Rose, desplaza la sensación de profundidad, mientras que en los Dunu, su mayor presencia en el medio grave, ensancha la zona baja. La percepción de ambas zonas puede llegar a cambiar bastante tras el paso rápido de uno a otro modelo, dependiendo de la canción reproducida. Es cierto que los Dunu generan una sensación mezclada de oscuridad y calidez, mientras que los Rose pueden llegar a percibirse más huecos en la parte alta de los graves, pero con más luz. La afinación de los graves en ambos IEMS es diferente y se percibe instantáneamente.
En la zona media, la afinación inclinada hacia el subgrave de los Rose hace que los medios iniciales sean más alejados, delgados y finos. Incluso, pueden llegar a sonar más huecos, comparativamente hablando, ya que en los Dunu existe más cuerpo y densidad en esta primera zona del rango central. Por contra, eso hace que el sonido de los Rose sea más limpio y claro, en contraste con la mayor calidez de los Dunu. La delgadez de las voces, tanto masculinas, como femeninas, en los Rose, es obvia en relación a la mayor corpulencia de los Dunu. Sin embargo, las voces femeninas, pese a su delgadez, pueden sonar más cercanas y brillantes en los Rose. Es cierto que esta zona puede llegar a polarizar mucho la percepción de géneros musicales, en favor de uno u otro. Queda claro que para rock, metal, los Dunu son más apropiados. Pero esto, no es siempre un seguro de éxito, porque también entran en juego los medios altos. En esa zona, los Rose tienen una excitación que, unida al mayor valle central, aporta una claridad por contraste, más alta que en los Dunu. Mientras que éstos, al ser más equilibrados, se sienten más discretos y lineales, menos claros, pero también más densos. La presentación a media distancia de los elementos persiste en los Dunu, frente a una alternancia más dinámica, en este sentido, de los Rose, que expone elementos más cercanos. Este hecho, le confiere una vivacidad más chispeante, frente a un dibujo más uniforme y ligeramente más alejado de los Dunu.
El timbre de los agudos de ambos IEMS es diferente. Mientras que los Rose parecen más explosivos inicialmente, los Dunu son más planos. Hay más chispa, un destello más fugaz en los Rose. Pero los Dunu poseen unos agudos más progresivos y lineales, aunque se perciban globalmente más suaves. También llegan a la zona de aire con más energía. Por otro lado, en los Rose, tras ese destello inicial, se sienten ligeramente cortados en extensión, quedando limitada la evolución de sus armónicos. De esta forma, pese a la suavidad, el realismo en la reproducción completa de los agudos, recae del lado de los Dunu.
A nivel de escena, los Dunu tienen que usar su filtro “Atmospheric Inmersion”, para competir en igualdad de condiciones con los Rose. Y aun así, todavía se encuentran en problemas. La profundidad de los Rose es mayor y la anchura casi también. En donde ganan los Dunu con ese filtro, es en la recreación tridimensional. Parece que hay más altura y una separación esférica mayor. La sensación más gaseosa y vaporosa favorece esta sensación superior. Como consecuencia, la distancia se presenta de manera distinta en ambos IEMS, ligeramente superior en anchura y profundidad en los Rose, mayor en altura y a nivel envolvente, en los Dunu.
Los detalles se muestran más sencillos y menos forzados en los Dunu. La chispa inicial de los Rose los dibuja más puntiagudos, mientras que en los Dunu se sienten más naturales. Aunque el nivel final de resolución, pese a las diferencias sonoras y de timbre, llegan a ser muy similares. Encuentro sutilmente mejor a los Rose a la hora de representar a los detalles más nimios.
NiceHCK Topguy
Hay que reconocer que NiceHCK está haciendo buenos IEMS últimamente. Se atrevió con el berilio en su modelo Lofty, aunque con una afinación tradicional. Inmediatamente, pulió la curva con sus últimos Topguy, usando un driver dinámico de 10mm con diafragma de aleación de magnesio y titanio. Y parece que 10mm es el tamaño adecuado para 1DD. Todos sabemos que NiceHCK es una tienda de audio que lleva años sacando modelos de earbuds e IEMS. Quizás, el público no los valores adecuadamente, en contraposición a otras marcas con tanta solera como Dunu. Queda claro que esta es una comparativa desigual, porque los Topguy son el tope de gama de NiceHCK, mientras que Dunu tiene modelos muy superiores en precio. Pero, en este caso, estamos hablando de una comparativa del mismo segmento.
Los Topguy tienen una forma más tradicional, aunque su factura final es bella y excelentemente construida. Los Dunu son más pequeños y tienen otros detalles más vanguardistas, difíciles de superar, además de sus boquillas intercambiables, son más pequeños, consiguiendo un grado de comodidad más generalizado. En el cable, ambos usan un 6N OCC, el recubrimiento final cambia (nylon vs plástico), al igual que sus conectores (intercambiables en los Dunu, con adaptadores en los NiceHCK). Pese a lo lujoso de los accesorios de los NiceHCK, me quedo con los Dunu, por ser más innovador, completo y detallista.
Para igualar las curvas de ambos, he usado el filtro “Transparency” en los Dunu. El resultado arroja similitudes en la primera mitad, mientras que existen más diferencias en la segunda.
En la zona baja, es cierto que se está llegando a un nivel de reproducción de graves muy bueno. Ambos tienen un golpeo muy conciso y rápido, con una afinación centrada, pero los Dunu poseen más subgrave. Eso le aporta un timbre más oscuro, pero menos coloreado, más realista y natural. La sequedad del golpeo es superior en los Dunu, de forma que los graves se sienten mas prietos y rápidos, pero también poseen una superficie más suave y menos descriptiva. Aunque no por mucho más, los Topguy aportan textura y una rugosidad atractiva.
En la zona media continúan los parecidos, pero los Topguy poseen un timbre más agudo, mientras que los Dunu hacen gala de un cuerpo lleno, denso, más cálido y bien equilibrado. Es posible que los NiceHCK acerquen más las voces al oyente, mientras que los Falcon Pro siguen con su tendencia de presentarlas a medio camino, pese a todo el sustrato que poseen. Debido al realce superior en los medios altos, los NiceHCK poseen una mayor claridad aparente. Pero la mayor extensión de agudos de los Dunu, mejora la afinación, enriquece la zona media con mejores armónicos, más realistas, además de alargar la expansión de las notas agudas, así como de la cantidad de aire. Aunque los NiceHCK han mejorado su afinación frente a los Lofty, todavía tienen potencial de mejora. Y pienso que harían bien de seguir el camino de los Dunu Falcon Pro, sobre todo en la parte alta, como ejemplo de extensión, control y naturalidad, de cómo se deben llenar los agudos sin que suenen estridentes. No es que los Topguy lo sean, pero sí que se pueden oír algunas notas de los medios superiores, más excitadas individualmente. Aunque siempre puede haber gustos adecuados a este tipo de situaciones, adeptos a la chispa o a unos agudos inicialmente más crujientes.
La escena no se recrea igualmente en ambos IEMS, pese a que el tamaño podría ser similar. Los Topguy generan una mejor representación de los elementos en profundidad, porque tienen la capacidad de presentar elementos más cercanos y más lejanos. En ese sentido, la apariencia a media distancia de los Falcon Pro, los penaliza en este aspecto. Si se cambia al filtro “Atmospheric Inmersion” se gana en tridimensionalidad y vaporosidad en los Dunu, pero con el filtro “Transparency” quedaría ligeramente por debajo de los NiceHCK. La mayor densidad de los Dunu también juega en contra de la separación y la claridad, los NiceHCK vencen ligeramente en ese aspecto. Lo que sucede es que el filtro “Atmospheric Inmersion” vuelve de nuevo al rescate, ofreciendo una separación tridimensional que no es tan acusada en los NiceHCK. A nivel de recreación de detalles, ambos IEMS tienen propiedades diferentes para impulsar matices distintos. Es curioso como tras cambiar de uno a otro, dichos matices también cambian. La mayor extensión de los agudos favorece a los Dunu en aspectos concretos y la mayor excitación de los medios superiores, en los Topguy, actúa igual, pero en esa franja concreta. Pero sí es cierto que hay micro matices que los Topguy son capaces de mostrar, quizás porque posen esa habilidad dinámica de jugar a distintas profundidades o por un nivel de transparencia superior. En muchos de estos aspectos existe un empate técnico, pero la versatilidad de los filtros y una mejor afinación, eleva sutilmente a los Dunu por encima de los Topguy en sonido. Pero los NiceHCK siguen siendo una gran elección.
Conclusión
Si estuviera escribiendo una conclusión ligera, rápida y sencilla, recurriendo a tópicos manidos, podría comentar que los Dunu Falcon Pro están destinados a ser un “must have”, para cualquier aficionado a los IEMS. Una apuesta segura y eficaz, para todos aquellos que me pregunten por unos de mis IEMS favoritos, por debajo de los 300$. Pero, incluso mejor, debería decir que tan solo están un poco por encima de los 200$, que incluyen uno de los mejores conjuntos de accesorios en ese rango de precios y que, posiblemente, también tengan el diseño más único y atractivo respecto a sus rivales más directos. Pero lo que realmente importa es el sonido y éste justifica todo lo dicho anteriormente.
En un principio, todo eran drivers dinámicos. Cuando se pudieron integrar los drivers BA en los IEMS, la tendencia cambió. Entre tanto, también surgieron los híbridos y luego, más tecnologías para crear drivers distintos y más complejos. Pero, de un tiempo a esta parte, los dinámicos han vuelto con más fuerza. Nuevos materiales, nuevas tecnologías e imanes más potentes, permiten drivers dinámicos con características superiores y se vuelve al principio básico, para recrear la música de siempre, pero mejor. Eclipse es un claro ejemplo de ellos. Pero lo que lo hace diferente, es la afinación. Para gustos están los colores y para los oídos, afinaciones diversas. Y en este sentido, Dunu ha sido original, se ha salido de la tendencia y ha apostado por un equilibrio basado en un concepto clásico. No se trata de inventar algo nuevo, se trata de hacerlo mejor, de avanzar hacia los orígenes, pero mejorando en todos los aspectos. Y eso es la idea que me transmiten los Dunu Falcon Pro, la refundación de un sonido clásico y natural, pero mejorado desde su base, para que suene como nunca. ¿Te lo vas a perder?
Fuentes Usadas Durante el Análisis
- Burson Audio Playmate.
- Tempotec Sonata E44.
- Hidizs S9 Pro.
- Earmen Sparrow.
- S.M.S.L Sanskrit 10th MKII + iFi ZEN CAN.
- Tempotec V1-A + Hidizs DH80S
- Zishan Z4.
- ACMEE MF02s.