Un Gran Compañero
KBEAR Robin English Review
Valoración
Pros
- Notable término medio en sonido.
- Buenos accesorios.
- Buena relación calidad/precio.
Contras
- El cable podría ser mejor, con mejores conectores y algo más de grosor.
- El sonido parece situarse a una media distancia, evitando que sea más explícito y disfrutable.
- Graves algo lentos.
- Afinación clásica y segura.
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Introducción
KBEAR es una marca dinámica. Y también con recursos, tanto a nivel de modelos, como a la hora de diseñarlos. Este poder y su notable capacidad de desarrollo, han conseguido que puedan crear nuevos productos con bastante rapidez. Todo esto tiene que ver con la relación entre el Robin y el Lark: dos IEMS que son casi idénticos por fuera, pero diferentes por dentro. Mi primera sensación es que los Robin son una clara y rotunda respuesta al Lark, un modelo cuya primera afinación, no fue bien acogida (incluso por mí). Rápidamente, apareció una segunda versión que trataba de apaciguar el perfil en aquellos puntos más críticos. Yo nunca lo probé y preferí esperar a un nuevo movimiento, mejor pensado, por parte de KBEAR. Y aquí están los Robin. Como digo y se puede observar, por fuera son prácticamente igual, mientras que por dentro, han pasado de ser 1DD+1BA a ser 1DD+4BA, lo que es una respuesta muy contundente al público aficionado. Incluso, se atreven a poner su respuesta de frecuencia en la parte trasera del embalaje, como si fuera un claro y rotundo mensaje: “¿Veis? Sabemos hacerlo mejor y al mismo precio”. Y mi pregunta es: ¿Son los Robin una respuesta acertada? Esta y otras cuestiones serán respondidas en la siguiente reseña.
Especificaciones
- Tipo de Drivers: 1DD de 10mm con circuito magnético dual + 4BA personalizados
- Respuesta de Frecuencia: 20Hz-20kHz
- Sensibilidad: 110±2dB
- Impedancia: 18±2Ω
- Conector Jack: SE 3.5mm chapado en oro
- Tipo de Conexión de la Cápsula: 2Pin 0.78mm
- Material del cable: Cobre 4N libre de oxígeno.
- Longitud del cable: 1.2m
- Color: Azul, negro.
- Posibilidad de elegir cable con micrófono o sin micrófono.
Presentación y Contenido
Los Robin vienen en una caja de forma y diseño prácticamente igual a la de los Lark. Como se podá observar a lo largo de la reseña, las referencias a este modelo serán constantes. Sus dimensiones son 133x148x38mm. En esta ocasión, el diseño de la cara frontal es una suertes de tonos azules en cortes poliédricos, con el logo en letras blancas, en la esquina superior izquierda y el nombre del modelo y descripción principal, en la esquina inferior izquierda y de igual forma. En la cara trasera aguanta el color azul, liso y uniforme, como fondo. Sobre él, letras blancas para describir las especificaciones, en chino e inglés, así como la curva de respuesta de frecuencia y los datos de relativos a la marca, dirección, e-mail y sitio WEB. Tan solo KBEAR con su estilo grafía en los lados laterales. El exterior no es más que un cartoncillo que puede retirarse deslizándolo hacia arriba. Entonces, aparecerá una caja negra y entramada, que posee el logo en dorado en su centro. Es como un cofre y así se abre, para albergar un molde de foam negro, en el que están encajadas las cápsulas, en la parte superior derecha; una caja negra y alargada con accesorios, colocada en el lado izquierdo; otra caja rectangular y negra, situada en la parte inferior derecha, que contiene la caja. Todo el contenido se resumen a continuación:
- Las cápsulas KBEAR Robin, con unas tips de silicona gris oscuro, tamaño mediano.
- 1 cable de cobre 4N libre de oxígeno.
- 3 pares de tips de silicona gris oscura, tamaños SxMxL.
- 3 pares de tips de silicona blanca, tamaños SxMxL.
- 1 caja de tela rígida con cremallera, de color gris, con la marca y el logo escrito en letras blancas en su parte superior.
- 1 guía de usuario en varios idiomas.
La presentación es la que se puede esperar de un producto de este precio. No es muy lujosa, pero tiene accesorios adecuados, dos juegos de tips y una caja de almacenamiento que me gusta mucho. El tamaño está proporcionado, no es muy grande, ni tampoco pequeño, aunque cada vez más me gustan los embalajes más pequeños, que no tengan huecos superfluos. En este sentido Kbear está en el ese punto medio. Para esta ocasión no hay foto realista de las cápsulas en el exterior de la caja.
Construcción y Diseño
Las cápsulas de los Robin tienen una forma muy clásica, semi-custom, con ese gran parecido en forma al continente africano. Es casi idéntica a la de los Lark. La diferencia está en la placa exterior, mientras que en los Lark hay una parte que tiene una trama hexagonal, en los Robin se sustituye por unas hendiduras o muescas. Dicha cara externa de la cápsula ha sido electroplateada con una aleación de zinc y su color en gradiente se puede elegir entre azul y negro. Este “tintado” exterior es delicado y tras el uso de unos cuantos días, se puede observar como el color de los bordes desaparece, fruto de pequeños golpes o roces. La cara interna es de resina transparente, dejando ver el interior y los drivers. Existen dos orificios en esta cara, uno coincide con el centro del DD y otro está situado más al borde. En dicho borde, se sitúa, de manera superficial, la placa rectangular de conexión de 2pines. Es una pequeña pieza de plástico transparente. En el mismo borde, pero al otro lado del vértice contiguo, está escrito el nombre del modelo y la letra que indica el canal, en letras blancas. Las boquillas son metálicas y doradas. Tienen una altura de 6mm, aproximadamente, un diámetro máximo casi igual y un diámetro menor de 5.5mm. Está tapado por una tupida rejilla metálica y gris. Como se ve, las boquillas son gruesas, pero poseen una longitud muy adecuada.
En el interior de las cápsulas hay 5 drivers en cada una. Un driver dinámico de 10mm, con circuito magnético dual y 4BA personalizados. No se especifica el material con el que se ha fabricado el diafragma del DD. De los 4 BA, uno es encargado de las frecuencias medias y altas, se trata de una unidad personalizada por KBEAR, llamada KBEAR-IF-K BA. De las frecuencias altas y muy altas, se encargan los otros tres BA restantes. También son personalizados y se llaman unidades KBEAR-HI-B BA. Por último, el interior también alberga un divisor de frecuencias electrónico 4G, consta de un crossover físico y otros dos electrónicos.
En cuanto al cable, se trata de un trenza de cobre de cuatro hebras 4N libre de oxígeno. El cable es relativamente fino y parece la parte de menos valor del conjunto: las fundas de los conectores son de plástico blanco y translúcido, al igual que la pieza divisora y el pasador, cuyas formas son muy comunes y vistas en cables de productos mucho más asequibles. La parte común del cable es fina, pero esta sensación se acentúa tras la división a dos cables que llega a cada cápsula. Pese al bonito color del cobre, que el recubrimiento transparente deja entrever, la sensación empobrece el atractivo diseño y la firme construcción de las cápsulas.
Ajuste y Ergonomía
El tamaño y la apariencia clásica de las cápsulas, de forma externa semi-custom, con un interior muy redondeado y sin bordes, ni aristas, proporciona un ajuste superficial, bastante libre de contacto con las partes externas de la oreja. Y, si éste existe, el roce es muy suave, debido a la lisura del material usado. Ello permite que, con el paso de las horas, no suponga lastre alguno, en la percepción de la comodidad que proporciona este modelo. De esta forma, la ergonomía es alta y bastante buena. Una vez encajados, apenas existe posibilidad de rotación y, con las tips adecuadas, no hay riesgo de desprendimiento, ni caída de los IEMS. En este sentido, debido al diámetro de 6mm de la boquilla, el canal de las tips usadas debe ser tenido en cuenta, en el caso de cambiarlas.
El tamaño de las cápsulas no es muy grande, aunque son un poco gordas. Su peso no es muy grande, pero diría que se nota la placa metálica. Aunque, una vez puestos este peso es despreciable y apenas se nota.
Con mis tips de silicona, rellenas de foam, aunque el ajuste es bastante superficial, el sellado es muy adecuado y el nivel de aislamiento, elevado. Pero debido a la longitud de las boquillas, podrían usarse tips más estrechas y conseguir una inserción más profunda, aunque el diámetro puede que impida este proceso en canales auditivos estrechos.
Sonido
Perfil
El perfil de los Robin podría variar entre una u-v, incluso una w, todas en minúscula. Personalmente me quedo con la w. Existe un grave bastante lineal desde su mitad hacia las subfrecuencias, también está el clásico valle centrado en 1kHz y unos picos en los medios altos, primeros agudos y en la primera parte del brillo, con sus correspondientes valles. Uno podría pensar que la respuesta de frecuencia es divertida y poco homogénea. Pero hasta los agudos no hay nada extraño, ni incoherente. A partir de aquí, es donde la cosa se altera algo más, pero por suerte, la situación está más controlada que en los primeros Lark.
El resultado es un perfil entretenido, que no se muestra muy dispar o tan variado como podría parecer a priori. Aunque no logra destacar completamente en ningún rango. Más bien es el conjunto el que sale beneficiado, que no una banda en concreto.
Graves
La zona baja tiene una primera mitad bastante lineal, con una buena incidencia en el subgrave, sin que éste sea predominante. Como es natural, el principio del medio grave se siente más emancipado, pero el respaldo de las LFO le otorga un cuerpo jugoso, descarado y enérgico, resultando un grave con un buen nivel de energía y presencia, además de sonar bastante completo. El pero es su rapidez, sin mostrarse gomoso, el resultado se estira un poco, dejando algo de poso, mostrando una recuperación ligeramente más lenta, sin llegar a ser preocupante. La suerte está en el rápido descenso a partir de los 100Hz, que ayuda a que el rango no contamine sobremanera los primeros medios. Por otro lado, existe un punto de color dado que el subgrave no se presenta tan sensorial como audible, pero el efecto es ligero y el resultado queda dentro de una normalidad. Todo ello, contribuye a que los Robin, sin ser unos IEMS claramente bajistas, permiten un claro disfrute de la bass-music y muchos otros estilos electrónicos, EDM y demás.
En pasajes de graves complejos, los Robin no se complican y dibujan un camino fácil, con una tendencia hacia la suavidad. Esto pone en relieve que su velocidad no es muy alta en este rango y que el nivel de definición/resolución queda limitado por este efecto. Esta respuesta más baja, genera un manto de graves en esos pasajes saturados, que puede resultar agradable para muchos, dulcificando el sonido y aportando calidez. Pero la textura pierde capacidad descriptiva, tendiendo a alisarse. De la misma manera, los distintos planos sonoros también se acercan, lo que limita la calidad final de la zona.
En resumen, los graves son agradables, con calidez, cuerpo, una tendencia desde el medio-grave hacia el subgrave. Técnicamente, su calidad es promedio, destacando más en diversión, color y suavidad.
Medios
La zona media se presenta ligeramente menos homogénea, pero también divertida. La primera mitad posee un cuerpo más exuberante, ya que arrastra cierta calidez y poso de los graves. De esta parte se aprovechan más los instrumentos que las voces masculinas, ya que ellas se perciben a media distancia y un poco más hundidas. Las femeninas se sienten sutilmente más cercanas, debido a la claridad que aporta el énfasis en los medios altos, pero sin que lleguen a despegar. De esta forma, las voces se sienten mezcladas, a veces por detrás, a veces más cerca, pero no en un primer plano. Mientras que la instrumentación puede llegar a ser más predominante, sin que sea totalmente protagonista.
Retomando ese énfasis en los medios altos, éste no es significativamente elevado, ni implica un sonido completamente polarizado en esa zona. Es aquí donde la afinación presenta esos altibajos que se conjugan para equilibrar la respuesta, aunque parezca lo contrario. Esta alternancia aporta un punto de destello y pausa, a modo de control, en un área especialmente sensible. Dicha alternancia podría ser al revés y estaríamos hablando de un sonido diferente. Pero es lo que es y en esta ocasión es positivo, porque no hay exceso y el control predomina. El nivel de claridad se queda un poco a las puertas, sin que logre vencer, del todo, ese punto de calidez que procede de los graves, pero no se observa oscuridad. De esta forma, parece que los medios y los graves se equilibran entre luz y penumbra, sin que haya nada claramente aventajado, encontrando una neutralidad con tendencia diurna. Y quiero insistir en ese término medio en el que constantemente se mueven los Robin: no hay nada completamente destacable, ni nada que esté mal. Y eso los convierte en unos buenos todo terrenos, en unos IEMS muy versátiles, tanto para muchas situaciones, como para muchos géneros musicales, siempre y cuando no impliquen el desarrollo de muchos tecnicismos. En este sentido, queda claro que, pese a los 4 BA (cabe recordar que uno se encarga, a la vez, de los medios y los agudos y los otros 3, a las altas frecuencias), los Robin no se muestran analíticos. Son capaces de extraer una buena cantidad de detalles, si se les ayuda un poco con el volumen o con algo más de potencia, pese a que son bastante sensibles. De esta forma y de nuevo, los Robin conjugan suavidad en la respuesta, con un nivel de resolución y definición notable, pero sin llegar a la excelencia.
En definitiva, la zona media es un compendio de muchos factores, que se mezclan para encontrar un equilibrio en el que nada falta, pero en el que nada destaca. Aunque, debo decir que esto es más una virtud, que una pega, habida cuenta el rango de precios de estos KBEAR, ya que no todos son capaces de insinuar tanto como los presentes.
Agudos
El baile, como en los medios, continúa en la zona alta, aunque más comprimida. Los Robin siguen con esa tendencia alternante que conjuga brillo y control, algún destello más poderoso, para acabar una cantidad de aire más limitada. El resultado final es parcialmente controlado. Los primeros agudos se mantienen, hasta que un pico más acentuado entra en juego, incidencia que dependerá mucho de la música reproducida, claro. Con todo ello, el sonido no se muestra brillante, diría que algo por encima de la neutralidad. No encuentro el timbre erróneo, aunque pienso que le falta algo de frescura. A veces, esa alternancia de destello y control se muestra demasiado segura, perdiendo un poco de diversión. Eso es algo que se muestra en la sibilancias: mayoritariamente, su control es muy satisfactorio; pero en algunas ocasiones puede sorprender, sobre todo, porque el conjunto final no es brillante.
A nivel técnico y cualitativo, los agudos siguen estando en esa línea centrada, sin ser excepcionales, cumplen su cometido con bastante eficiencia y muy pocas quejas, estando al servicio del resto de rangos.
Escena, Separación
La escena se presenta a media distancia, con una anchura que proporciona una buena lateralidad al sonido, hecho que amplía su imagen, dotándola de un buen efecto parcialmente envolvente. La profundidad, sin ser acentuada, permite observar elementos a distintas distancias, algo que sorprende en este rango de precios. La cantidad de aire no es muy grande. Si fuera mayor, la escena se beneficiaría bastante y colocaría a los Robin en un peldaño superior. En la realidad, la separación es buena, los detalles son visibles, mientras que los elementos más pequeños y sutiles son insinuados, pero sin que su resolución sea completa. Aun así, el resultado es más que aceptable, no todos los IEMS de este precio son capaces de mostrar tantas cosas como estos Robin. La altura es promedio y la colocación espacial de los elementos algo superior, aunque existe esa tendencia a percibirlos a cierta distancia. No hay nada que se presente muy en primer plano. La separación entre notas y su distancia es prudente, pero sin que se resienta la dinámica. Quizás éste es un punto que me hubiese gustado que fuera superior, una mayor dinámica le hubiese proporcionado al conjunto algo más de fuerza y frescura, incluso hubiese resaltado más sus virtudes. Pero los Robin son muy educados y no se salen de la media.
Comparaciones
TFZ Live 3
Con una afinación muy similar, pero con un solo driver dinámico, a un precio algo superior, están los TFZ Live 3. Como suele ser habitual, TFZ son adalides del rango bajo y ahí es difícil batirles, tanto en afinación, como en potencia. Pero empezando por las cuestiones físicas y estéticas, ambos IEMS son tremendamente parecidos, venciendo los Robin en construcción gracias a sus boquillas metálicas y su cara externa. Pero en forma, diseño y tamaño, son francamente similares. En cable es superior en los TFZ, ya que lo hereda de hermanos mayores. Posee un grosor mayor y mejores conectores.
Entre otras cosas, TFZ sabe construir IEMS tremendamente eficientes, con muy poca potencia son capaces de generar un sonido muy enérgico. Y eso es algo que ya se demuestra desde el subgrave. Quien está acostumbrado a ese sentir, sabe que lo que se pierde en otros modelos. Y eso es lo que pasa en los Robin, tras comparar el subgrave con los Live 3: la contundencia, velocidad, recuperación y textura, está por encima en los TFZ. También la profundidad es más acusada. Es la sensación física que proporciona TFZ y que está a la altura de pocas marcas. Rebobinando para hablar del perfil, los Robin son un poco más brillantes y con unos medios más prominentes, en teoría. Hay más suavidad en el perfil de los TFZ, salvo en la zona subgrave, donde el énfasis es superior. Eso hace que los medios de los TFZ sean algo más homogéneos, con voces ligeramente más completas, con más cuerpo y cercanas. El timbre también me parece más acertado, aunque son distancias pequeñas. En cuestión de detalle y separación, los Robin son superiores, ya que no poseen la suavidad de los TFZ. Tanto ese timbre del que hablo, como la representación de la zona media de ambos IEMS es diferente. Existe más cercanía en los TFZ, mientras que el cuerpo más ligero y menos contaminado en los Robin. De esta forma, el planteamiento musical es distinto en ambos modelos y los Robin mantienen esa cierta distancia en todos sus elementos, aunque el detalle es más visible. En los TFZ, el poder de la zona baja puede ocultar este detalle, que de por sí, es más suave. Los Robin, con su mayor nivel de resolución, generado por los drivers BA, además de su timbre y ejecución distintiva, proporcionan un sonido más limpio y separado, con una mejor definición y distancia entre elementos, no tan cohesionado como en los TFZ. Esto es aplicable, tanto a los agudos, como a la recreación de la escena, el posicionamiento instrumental y vocal. Pese a la tendencia de los Robin a situarlos en esa media distancia, la ubicación espacial es más precisa y determinada, gracias a su mayor separación y a la capacidad de generar una escena más grande y tridimensional.
Conclusión
Hay que poner en valor a estos KBEAR Robin, porque alcanzar un notable término medio no es nada fácil y menos en este rango de precios. Los Robin son unos IEMS que tienen de todo y poco le falta. No destacan especialmente en nada, pero tampoco pinchan en algún aspecto. Y esa es su gran virtud, es cierto que hay modelos más especialistas, pero es muy probable que los Robin acaben ganando en otras cuestiones. En este caso, el conjunto es superior a la suma de las partes y esto es lo que convierte a este modelo en unos grandes todo terrenos y en un valor seguro, frente a otros IEMS con un sonido más polarizado. Se podría decir que Robin es el compañero perfecto, ese aliado que nunca te falla. Y en este mundo, los buenos amigos no siempre abundan.
Fuentes Usadas Durante el Análisis
- E1DA #9038D.
- Tempotec Sonata E35.
- Hidizs S9 Pro.
- Tempotec V1-A + Hidizs DH80S.
- Burson Audio Playmate.
- ACMEE MF02s.