Ya nada será igual…

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Sonido

Perfil

El perfil de los FH7 es equilibrado/neutro, muy plano, con unos agudos totalmente bajo control, pero muy extensos. Al ser tan plano desde 20Hz hasta 5KHz, podría parecer midcéntrico, pero el peso de la zona baja hace que apunte a otro lado. El cariz no es estrictamente analítico, si bien no puede decirse que posea calidez. Pese a la sobresaliente resolución que poseen, el perfil no es quirúrgico; frío sí, pero no gélido, al borde de la naturalidad y el híper realismo. Eso sí, olvídense de cualquier atisbo de oscuridad y velo, todo queda expuesto de manera reveladora.

Graves

La zona baja de los FH7 es ultra lineal, así, el predominio parece recaer en el subgrave. Una característica predominante es el peso que poseen: puede calibrarse la intensidad de la pegada con mucha exactitud. Esto da una idea de la gran dinámica que atesoran: desde el bajo más sutil, al bombo más brutal, los graves se ejecutan con una fidelidad inusitada, son altamente descriptivos y totalmente calibrados. Otra gran virtud es el recorrido, su desarrollo y la textura: es muy difícil encontrar un nivel de detalle y precisión en la ejecución de los bajos como los reproducidos por los FH7.

Huelga decir que los graves nunca se entrometen en el resto de frecuencias, es más, las zonas están tan bien delimitadas y cohesionadas, que la separación es inmensa. Impresiona como la música va cambiando de plano según se reproduce, sin apelotonarse en ningún momento, al contrario, abriéndose paso entre los diferentes pasajes. Esa es la idea en la reproducción de la zona baja: ellos se muestran cuando deben, en su preciso momento, en el lugar adecuado y con la presencia justa.

Medios

Una respuesta tan plana en todo el rango bajo y medio, tan solo podía augurar unos medios estelares. Pero en este caso, voy a empezar por el punto más negativo de la zona media: los FH7 poseen una separación y una escena inmensas, esa gran virtud se vuelve en su contra cuando se reproducen las voces. Esto es debido a que tanta claridad y profundidad, difumina su presencia. A veces, se presentan demasiado etéreas, algo más lejanas, con un punto de dispersión, en lugar de ser concisas e íntimas, quedan un tanto diluidas, ensanchadas más de la cuenta. De esta forma, pierden un tanto de cuerpo y recogimiento. Aun así, las voces se recrean de forma predominante, pero sin estar aisladas del resto del espectro, ya que en los FH7 hay espacio suficiente para que cada frecuencia se perciba de una manera tan separada y precisa como se pueda ejecutar.

En el resto de la zona media, la capacidad de ensanchamiento sonoro, esta vez juega a favor: incluso en las canciones más oscuras, comprimidas y embarulladas, los FH7 son capaces de aportar luz, estirando las notas en todas las direcciones posibles, obteniendo micro detalles escondidos hasta la fecha. Y así son, verdaderamente prodigiosos en la recreación acústica, sin que ello resulte desnaturalizado, excesivo o cargante, ya que, pese a todo, poseen una cualidad estricta pero suave, concisa pero dócil, híper realista, como ya dije anteriormente.

Agudos

La palabra que define al alto rango es extensión: en lugar de concentrar y comprimir los agudos en unos pocos picos de frecuencia específicos, éstos se ensanchan de la mejor manera realista posible, para ocupar todo el espectro. El resultado es una zona totalmente expresiva, vastamente extensa, ultra detallada, llena de precisión, matices y riqueza tonal. Todo ello sin ningún atisbo de aspereza, sibilancia, dureza, exceso de penetración o filo. Las notas agudas se separan para para reproducirse convenientemente descomprimidas y suavizadas, pero sin perder su fundamental, además de dotarlas de mayor riqueza tímbrica. Es aquí donde se nota el poder de su ancho de banda Hi-Res. Una delicia delicada que convierte las grabaciones más desapacibles en una nueva oportunidad.

Escena, Separación

Sin duda, la gran característica de los FH7 es su enorme escena, totalmente esférica. Hace que el oyente quede inundado, musicalmente hablado, de su atmósfera gaseosa y etérea, creando una sensación musical “fuera de la cabeza”. Esta virtud limita la visceralidad: estos Fiio son suaves, al fin y al cabo, pese al detalle y a la resolución casi extrema que poseen, nunca se muestran afilados en demasía, ni mucho menos cortantes. Como digo, el escenario es muy dinámico y expansivo, coherente y cohesionado, al borde de la naturalidad y quizás un punto irreal, por ser tan extenso.

Conclusión

Para un humilde revisor como yo, los Fiio FH7 son el verdadero Hi-End al que puede aspirar. Seguro que habrá música más allá del precio, número de drivers y calidad final. Pero aquí se conjuga enormemente la relación calidad/precio: un sonido excepcional a un precio totalmente justificado. Tan solo hubiese pedido la inclusión de un cable extra balanceado. Pero, por una vez, el precio sí justifica al sonido. El salto cualitativo es claro y no deja lugar a dudas. En esta ocasión, los Fiio FH7 valen lo que cuestan.

Los FH7 merecen el esfuerzo, tan solo por recrear la música como uno se la imagina y ofrecerla a un precio que invita a soñar con poseerlo, aunque para ello deba poner a la venta todos los Chi-Fis que uno ha ido acumulando, en busca del sonido que los Fiio sí ofrecen.

Pero ahora ya nada será igual, cada nuevo IEM que analice será comparado inconscientemente con estos maravillosos 5 drivers, cuyo sonido perdurará en mi memoria para convertirse en insuperable, cada vez más, con el paso del tiempo…hasta que los posea o encuentre algo que los supere. Sea uno u otro el final, desde ya, deseo que llegue ese día.